La bocha cruza la cordillera
Schwencke no fue solo a Argentina, sino junto a un grupo de jóvenes. El intercambio es permanente.
El escenario de polo en Chile crece cada vez más. Tanto así que los expertos consideran que, sin lugar a dudas, tras obtener los mundiales de México 2008 y Chile 2015, nuestro país tiene un nivel de primera categoría. Este hecho no ha pasado inadvertido por los amantes del polo a lo largo del mundo.
Argentina, la mayor potencia de este deporte, se relaciona cada vez más con la escena chilena. Hay intercambio de jugadores, de caballos e incluso de equipos. Todo para disfrutar, como dicen ellos, del país y del excelente nivel que ha alcanzado Chile.
“Uno busca irse a Argentina para compararse y subir el nivel. Allá el ritmo es tremendo”, reconoció Schwencke.
Las palabras están respaldadas también por Pablo de Vescovi, gerente de la Federación Chilena de Polo. “Históricamente, por la cercanía con Argentina, siempre estamos invitando jugadores de allá que tienen alto hándicap y son experimentados. Ahora hay varios chilenos yendo a jugar allá con sus caballos. Se genera un intercambio muy positivo para todos nosotros”.
Sin embargo, el viaje decuatro chilenos a Buenos Aires, donde Stirling y Schwencke se conocieron, se realizó con el esfuerzo económico de cada familia. “Incluso el papá tiene la idea de que toda la familia se vaya a vivir allá, para que Tomás pueda desarrollarse”, explica Antonio Iturrate, director de la Federación y gestor del viaje a Argentina.
El secretario de la Federación, Cristóbal Mardones, explicó la razón de la ‘hermandad’ con los transandinos: “Cuando los chilenos viajan allá mejoran muchísimo porque se rodean de jugadores de primer nivel. Ahora somos potencia mundial, pero aún falta aprender de ellos”.b