ESPACIOABIERTO Lagos : los puentes quemados
SE PRODUJO cierta expectativa respecto a la eventual retirada del expresidente Lagos tras su entrevista en Qué Pasa, donde planteó que se sentía complacido si sus ideas quedaban instaladas.
Declaraciones agravadas además por las del jefe de su comando, el ex ministro de Energía Máximo Pacheco, respecto a que Lagos es un candidato que no luchaba por el poder, sino por las ideas.
Es probable que Maquiavelo se haya revuelto en la tumba con tal afirmación, pues sería el primer caso de alguien que decide pagar costos de todo tipo y entrar a la ruda arena de la política por algo que no sea el poder. Y mucho más alguien entendido en esas lides como el expresidente Lagos, mejor exponente del poder que logró construir la Concertación durante años y que ahora a la distancia, se le conoce como el Partido del Orden.
Pero la pregunta debiera ser otra: ¿Será posible para el expresidente Lagos retirarse de la contienda presidencial y quedarse, como pareciera gustarle a su lugarteniente, como un referente de ideas?
En Teoría de la Organización Industrial, se suele ocupar un modelo llamado de Stakelberg Dixit Spence, para explicar cuál es el grado de compromiso de una empresa en un mercado determinado, en relación a los costos que tuvo que incurrir para entrar a éste y si éstos son recuperables o no. En palabras simples, dicho modelo económico dice que aquellas compañías que han quemado sus puentes y han incurrido en costos que no podrán recuperar serán mucho más agresivas en sus estrategias para dominar el mercado, pues les serán más baratas que una retirada.
La historia militar está llena de casos donde los comandantes cortan la retirada a sus tropas para así incentivarlas a pelear a muerte y por tanto aumentar el costo para sus enemigos. Desde Cortés en la conquista de México, o Chuikov en Stalingrado. La expresión de quemar las naves se refiere también a ese escenario donde no hay retirada posible.
Lagos tiene las naves quemadas. Su propia historia no le permite otra salida que no sea perder en las primarias de julio, a las que, a diferencia de la vez anterior, ha dicho que se someterá sin condiciones. Su instalación en la agenda pública, incluyendo una fallida operación en el PS por parte de su comando, no le permite en modo alguno una retirada que no sea una derrota en las primarias. Consecuencia de la torpeza fue la extraña decisión del PS de postergar hasta una fecha inconveniente las primarias. Dicha acción provocó un mecanismo de reacción en el PPD, que se apresta a proclamarlo, y además Lagos con solo proclamarse candidato, instaló una duda hamletiana en la DC. Su retirada previa en el medio de la noche colocaría a los partidos de la Nueva Mayoría en una situación de una crisis mayor. Tendrían que ir ante Guillier (hay que ver cuanto le pega su reciente actitud de veleta ante el que ya llaman escándalo de la muñeca inflable) rendidos a aceptar aquello que el candidato quiera proponer. Es probable que las directivas prefieran entonces centrarse en la elección parlamentaria, por muy bien posicionado que esté el senador por Antofagasta. Por ello las declaraciones recientes de Lagos hay que entenderlas más como su disposición a ser derrotado en una primaria que la preparación de una retirada. Con el escudo o sobre él, como dirían los espartanos. Y las del jefe de su comando, como otro desacierto más.