Menor crecimiento de la economía chilena
Según el último Ipom del año, en 2017 nuestro país crecerá en un rango entre 1,5% y 2,5%. Persisten en el ambiente económico las dudas sobre las verdaderas causas de esta ralentización forzosa de nuestra economía.
EL BANCO Central dio a conocer el último Informe de Política Monetaria (Ipom) del año y el primero en la era de su nuevo presidente, Mario Marcel. Las noticias que trae este nuevo reporte económico no son auspiciosas. El 2016 nuestro país crecerá 1,5% -en el piso del rango estimado previamente por el instituto emisor- y se constituye como el menor crecimiento en siete años. Además, la inversión registrará una nueva contracción (-0,6%), completando así tres años de caídas consecutivas, situación no observada desde el trienio 1971-1974 (aunque es necesario indicar que en esa oportunidad la caída fue de mayor magnitud).
Para el año 2017, las perspectivas económicas no son más alentadoras. El Banco Central redujo el rango de crecimiento a 1,5%-2,5% para el próximo ejercicio, lo que nos llevará a completar un cuatrienio con un crecimiento en torno a 2%, el peor en 32 años. Y si bien, el Ipom estima un leve crecimiento en la inversión de 0,7%, diversos analistas privados anticipan una eventual caída adicional en la formación bruta de capital fijo para el próximo año, como consecuencia del fin del ciclo positivo de la construcción. El flamante presidente del instituto emisor señaló en su exposición ante el Senado que “para el año 2017, la menor velocidad inicial, en un contexto de mayores riesgos y niveles de confianza que siguen siendo marcadamente pesimistas, hacen prever que la actividad demorará algo más en lograr tasas de crecimiento cercanas a su potencial”.
Persisten en el ambiente económico las dudas sobre las verdaderas causas de esta ralentización forzosa de la economía chilena. Aunque se ha querido culpar principalmente a factores externos del evidente aletargamiento económico que muestra nuestro país, lo cierto es que las cifras externas no alcanzan para explicar el deterioro que registra nuestra tasa de crecimiento. Los términos de intercambio para el próximo año se expandirán 1,1%, debido a que la caída acumulada del precio del cobre se ha compensado en parte con la abrupta caída del precio del petróleo, y el crecimiento de nuestros socios comerciales registrará en 2017, según el Ipom, un aumento promedio de 3,2%.
¿Qué puede mejorar en el margen las expectativas del sector privado? Lamentablemente, esta administración tiene escaso margen para corregir reformas que impactaron al corazón de la actividad privada y que se convierten en los principales sospechosos a la hora de explicar la caída en la inversión y en las tasas de crecimiento, como son la reforma tributaria y laboral. Sin embargo, persisten los empeños por sacar adelante iniciativas que siguen generando efectos en las expectativas privadas y que son un lastre para el repunte de la actividad, como la reforma al Código de Aguas, que debilita el derecho de propiedad, o el desmesurado fortalecimiento al Sernac, que le entrega facultades excesivas a su director –como normar e interpretar, entre otras- y deja al sector privado carente del debido proceso y presa de la discrecionalidad de un servicio público. Si el gobierno tiene verdadera vocación por el crecimiento, debería reevaluar las iniciativas que dañan la confianza de los agentes privados.