Graves efectos de la crisis siria
LA CRISIS de Alepo y el avance de las tropas del Ejército sirio de Basher Assad que en poco menos de un mes aceleraron su paso y forzaron a las fuerzas rebeldes del este de la ciudad a retirarse, puede marcar un punto de inflexión de un conflicto que lleva más de cinco años con un saldo de 400 mil muertos y, eventualmente, consolidar al régimen sirio en el poder. Pero al margen de ello las repercusiones de lo sucedido en la segunda ciudad siria son aún difíciles de prever, como lo demuestra el asesinato de ayer del embajador ruso en Turquía al grito de “No olviden Alepo”.
Sin el apoyo ruso habría sido imposible para el régimen de Basher Assad recuperar la iniciativa en el conflicto. Cuando Vladimir Putin decidió apoyar a su aliado en Medio Oriente en septiembre de 2015, el régimen de Damasco se encontraba virtualmente sitiado y los rebeldes habían llegado hasta los límites de la capital. Sin embargo, a partir de entonces el panorama cambió radicalmente y, pese a las advertencias de organismos humanitarios ante la sistemática violación de leyes internacionales sobre trato a civiles, las fuerzas rusas y sirias fueron recuperando territorio –situación que estaría detrás del ataque contra el embajador ruso en Ankara. En todo ese proceso, tanto la Unión Europea como Estados Unidos demostraron una evidente incapacidad para actuar.
Las fuerzas sirias mantuvieron sitiada la ciudad por más de dos años y hace poco menos de seis meses endurecieron la ofensiva terrestre y aérea. Sin embargo, solo ayer el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas logró finalmente aprobar una resolución impulsada por Francia para permitir “el ingreso de observadores de Naciones Unidas y otras instituciones relevantes dedicadas al bienestar de las personas en los distritos del este de Alepo”. Un primer paso para evitar que se agrave la ya crítica situación que viven los civiles que aún no han podido abandonar esa zona de la ciudad y que son objeto de represalias, pero que no asegura que los sucesos en Siria no sigan teniendo dramáticos efectos colaterales en otras partes del mundo.