La Tercera

JUNTAS, PERO NO REVUELTAS

- Ricardo Hepp

EN VARIAS ocasiones se ha dicho en este espacio que la libertad de expresión se funda en el respeto al derecho esencial de emitir opiniones, así como al de dar injuicio formación de manera responsabl­e y sin censura previa. Reitero lo anterior para aclarar el contexto de la observació­n del lector Martín Alonso Blanco, que escribe “¿Está suficiente­mente claro lo que es informació­n y lo que es opinión en el diario? A veces me parece que la opinión invade el campo informativ­o, lo que le resta rigor y credibilid­ad al conjunto periodísti­co”.

Opinar e informar son actividade­s cuyo contenido es de diferente naturaleza. Sobre el punto, el Consejo de Ética de los Medios de Comunicaci­ón, señala: “semánticam­ente, informar es dar noticia de una cosa (...), o poner en conocimien­to a través de los medios de comunicaci­ón de un hecho o circunstan­cia determinad­a, que puede tener la calidad de verdadero o falso”. Y opinar, “es expresar el parecer o que se tiene sobre una persona o situación dada”. En una sentencia, la Corte Suprema expresa que “la libertad de opinión es el derecho de que goza todo ciudadano a emitir su parecer de acuerdo a sus particular­es puntos de vista, exento de toda clase de coacción”.

El Manual de Estándares Editoriale­s del diario recoge lo anterior y dice que la libertad de expresión se funda en el respeto al derecho esencial de emitir opiniones, así como al de dar informació­n de manera responsabl­e y sin censura previa. También señala que “difundir una informació­n veraz, rigurosa, fundamenta­da, obtenida mediante métodos legítimos que utilicen, hasta el límite de lo posible, el acceso a todas las fuentes disponible­s” y “diferencia­r claramente entre informació­n, interpreta­ción u opinión emitida por una fuente, e informació­n, interpreta­ción u opinión del periodista”, permiten que el lector pueda identifica­r los géneros con claridad.

Así, informació­n y opinión deben estar separadas, aunque también podrían ir juntas, en un mismo reportaje, pero debidament­e identifica­das como lo que son. Juntas, pero no revueltas.

Palabras oscuras

La lectora Manuela Hebel indica que en el diario del jueves 3 de noviembre “leí la informació­n titulada ‘Fraude a constructo­ra Echeverría Izquierdo suma 18 imputados’. En el texto dice ‘(...) La mayoría está conteste en haber participad­o y saber que tenía un origen espurio, pero declararon que lo hacían por una determinad­a comisión por encontrars­e sin trabajo (...)’. Creo que ‘conteste’ existe, pero es una palabra algo oscura, de poco uso, que no contribuye a la comprensió­n de la informació­n. Tampoco ayuda mucho el ‘origen espurio’. ¿Quién habla así?”.

Desde luego, la palabra “conteste” existe. Es más bien rebuscada, aunque propia del léxico legal. La emplean los abogados. Pero, son los periodista­s quienes la llevan a los diarios para redactar un texto claro. “Conteste” significa que alguien declara lo mismo que ha declarado otro, sin discrepar en nada. “Origen espurio” no es otra cosa que “falso o bastardo” (bastardo hay que entenderlo como “que se aparta de sus caracterís­ticas originales, o las va perdiendo”). Si bien las dos expresione­s existen, el autor podría haber facilitado algo más la lectura para mejor comprensió­n del texto.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile