Dirección de la Defensa Nacional
Señor director:
El asesor en Defensa y amigo mío, Eduardo Santos, en diversos medios se ha manifestado contrario a que un militar asuma la dirección de la Defensa Nacional, indicando que esa labor debe estar a cargo de un civil. Asumo que considera que para llevar adelante dichas funciones se requiere un mínimo nivel de preparación en temas estratégicos.
Una lectura somera de los civiles que han ocupado esta cartera en democracia, e incluso antes de 1973, demuestra que en su mayoría no contaban con conocimientos en el tema. Ni hablar del exiguo interés actual de los partidos políticos o centros de estudios por la Defensa, lo que, al menos, debiera inquietarnos.
Santos coincidirá conmigo en que, por su complejidad, tal como se requiere personal calificado para las distintas carteras ministeriales, lo mismo aplica a la Defensa. No importa el color del gato, solo interesa que haga bien su pega; en consecuencia, que sea civil o militar es irrelevante.
Las sociedades más maduras no se pierden en estas materias que evidencian más bien rémoras de una transición no superada aún. La Defensa Nacional merece un debate más de fondo. en sitios de transacciones económicas sin retribución para la comuna.