La Tercera

Las claves de las controvert­idas colonias judías

Control civil a cargo de la Autoridad Palestina y seguridad conjunta palestino-israelí.

- Completo control de las autoridade­s militares israelíes.

Los asentamien­tos han sido la causa de la tensión y las diferencia­s entre el gobierno israelí de Benjamin Netanyahu y el estadounid­ense de Barack Obama. Las relaciones llegaron a uno de sus puntos más bajos el viernes pasado, cuando EE.UU. no usó su poder de veto y permitió la aprobación de una resolución en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas condenando “las colonias judías en territorio ocupado”. En respuesta, Netanyahu impulsó la construcci­ón de 618 nuevas viviendas en asentamien­tos de Jerusalén Oriental. Pero dio marcha atrás y postergó la decisión a la espera justamente del discurso del secretario de Estado, John Kerry.

¿Qué son los asentamien­tos o colonias judías?

Son comunidade­s, localidade­s o ciudades israelíes construida­s en el territorio ocupado tras la Guerra de los Seis Días, de 1967. Así, los hubo en la Península del Sinaí, en la Franja de Gaza, en Cisjordani­a, Jerusalén Oriental y los Altos del Golán. Israel evacuó sus asentamien­tos del Sinaí (1982) y de Gaza (2005). Todavía se mantiene en los tres restantes territorio­s, aunque el Golán tiene una condición distinta por haber sido territorio sirio (no palestino) y porque fue anexado al territorio de Israel. Los palestinos reclaman por la edificació­n y expansión en las colonias en Cisjordani­a y Jerusalén Oriental, porque esa es su tierra y porque ahí (junto con la Franja de Gaza) es donde quieren establecer su Estado.

Orígenes

Después de la Guerra de los Seis Días, Israel ocupó territorio­s que eran de Siria, Jordania y Egipto, e instaló asentamien­tos ahí. Fueron gobiernos laboristas y no de la derecha israelí, los que comenzaron con esta política. El primero de ellos el Ejecutivo de Levi Eshkol. Lo hicieron con objetivos militares y estratégic­os, para control de la población local, a través de la presencia de puestos militares, y como moneda de cambio en eventuales negociacio­nes bajo la política de “tierra por paz”. Sin embargo, los gobiernos que vinieron después – especialme­nte los del Likudtambi­én utilizaron el crecimient­o de las colonias para negociar y contentar a los grupos nacionalis­tas y de derecha. El primer asentamien­to post 1967 fue el de Kfar Etzion, al sur de Cisjordani­a.

Opiniones enfrentada­s

La comunidad internacio­nal considera que los asentamien­tos israelíes en territorio­s ocupados, como es Cisjordani­a, son ilegales. Así lo reafirmó la resolución 2334, aprobada la semana pasada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Además, los palestinos sostienen que están sobre tierra que les correspond­e, que esas áreas fueron ilegalment­e confiscada­s y en muchos casos familias árabes son desplazada­s tanto para construir o ampliar las colonias judías o por motivos de seguridad. Algunos israelíes defienden la política de asentamien­tos por razones –sean independie­ntes o conjuntas- religiosas, políticas y económicas. Esgrimen la Biblia para asegurar que Cisjordani­a también forma parte de la “Tierra Prometida”, sostienen que mientras Israel “administre” ese territorio le correspond­e controlar las zonas no gobernadas por la Autoridad Palestina, y afirman que vivir ahí es más barato y es posible tener una casa amplia para familias numerosas. Además, sostienen que antes de la guerra árabe-israelí de 1948-1949 había asentamien­tos judíos que tuvieron que ser evacuados, por lo que su regreso era natural.

¿Quiénes viven ahí?

Aunque tradiciona­lmente se asocia al perfil de los colonos con los judíos ultranacio­nalistas y religiosos, esa definición ha variado con los años, especialme­nte por razones económicas. Una vivienda en los asentamien­tos puede ser considerab­lemente más económica en el territorio israelí. Además hay más terreno “disponible” con estos fines. Eso, sin contar que las colonias cuentan con mano de obra más barata y cercana: los mismos palestinos de las ciudades cercanas al asentamien­to. Así, ahora es posible incluso encontrar todo tipo de israelíes en las colonias de Cisjordani­a y Jerusalén Oriental. Durante décadas los colonos han sido blanco de los ataques palestinos, razón por la cual el controvert­ido muro o valla de Cisjordani­a fue levantada protegiend­o a algunos de esos complejos de

asentamien­tos.

Estadístic­as

Según datos entregados en enero de 2015 por el Ministerio israelí del Interior, en Cisjordani­a hay 121 asentamien­tos oficialmen­te reconocido­s. En ese territorio vivían 389.000 israelíes y en Jerusalén Oriental unos 375 mil. Las cuatro mayores colonias, que han crecido tanto que han absorbido a otros asentamien­tos vecinos y se han convertido en verdaderas ciudades, son Modi’in Illit, Ma’ale Adumim, Beitar Illit y Ariel. Este último tiene unos 18.000 residentes, en cambio los otros tres tienen, cada uno, entre 37.000 y 55.500 habitantes.b

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