La Tercera

Morir de pena: la legendaria Debbie Reynolds fallece un día después que su hija

Estrella de la edad de oro de Hollywood, protagoniz­ó películas como Cantando bajo la lluvia. La madre de Carrie Fisher, trasladada de urgencia, habría sufrido un derrame cerebral.

- M. de la Maza

Fueron poco más de 24 horas, y la luz de una dinastía fundamenta­l de Hollywood se apagó por completo. Debbie Reynolds, ícono de la época dorada del cine en los años 50, falleció a los 84 años, cuando el mundo no terminaba de procesar la noticia sobre la muerte de su hija, la también actriz Carrie Fisher.

Durante la tarde de ayer, Reynolds fue trasladada de urgencia al hospital en Los Angeles, luego de una llamada al 911 de su hijo, Todd Fisher, afirmando que su madre tenía problemas al respirar. Cerca de cuatro horas después, se daría a conocer la noticia de su muerte. La causa habría sido un derrame cerebral. Reynolds habría vivido –entendible­menteunas últimas horas de mucho estrés organizand­o el funeral de su hija.

Leyenda del cine, la actriz brilló por cuenta propia décadas antes de que Carrie Fisher capturara la atención del mundo interpreta­ndo a la Princesa Leia. Reynolds saltó a la fama en 1952, cuando protagoniz­ó junto a Gene Kelly la cinta Cantando bajo la lluvia, probableme­nte la película musical más reconocida e influyente de la historia. El papel no sólo la catapultar­ía como una estrella de la pantalla grande, sino que también como una exitosa cantante. Eventualme­nte terminaría siendo incluso una reconocida intérprete de cabaret.

Pocos años después fue que conoció al cantante pop Eddie Fisher, con quien se casó en 1955, teniendo dos hijos, y transformá­ndose en una de las parejas más poderosas del entretenim­iento. Pero si Reynolds era Jennifer Aniston y Fisher era Brad Pitt, era inevitable que llegara una Angelina Jolie. Y en este caso, se trataba de la también actriz (y estrella) Elizabeth Taylor, la mejor amiga de Reynolds, por la cual Fisher abandonó a su familia y terminó casado con ella, siendo un escándalo hollywoode­nse de proporcion­es, de esos que habrían encantado décadas después a TMZ. Años después, Reynolds diría que entendía haber sido cambiada por “la mujer más hermosa del mundo”.

Pero si su vida personal se desmoronab­a, la carrera en el cine de la actriz sólo continuaba creciendo. En 1964 protagoniz­ó La inundible Molly Brown, musical biográfico sobre la socialité y activista norteameri­cana del mismo nombre, que le valió una nominación al Oscar como Mejor Actriz.

Reynolds, por años la consentida juvenil de Hollywood, tuvo una relación tormentosa a ratos con su famosa hija. Carrie Fisher saltó a la fama a los 19 años gracias a Star Wars, pero ya antes había colaborado con su madre Hollywoode­nse en pequeños trabajo. En 1987, Fisher, quien nunca tuvo relacion cercana con su padre, tuvo un episodio de sobredosis con drogas mientras filmaba con Woody Allen. El episodio quedó inmortaliz­ado en el libro de Fisher, Postales desde el abismo, de 1987, y luego se transformó en película, dirigida por Mike Nichols y con Meryl Streep como Fisher. Ahí, la madre famosa de la hija famosa y drogadicta es interpreta­da por Shirley MacLaine, y es un vistazo a cómo la actriz de StarWars veía a su famosa madre. El personaje es una ídola en retiro, que todos tratan con amor y que, cada vez que puede, le deja claro al mundo que reinó en Hollywood, que canta, baila, y que puede eclipsar a su hija.

Reynolds y Fisher eventualme­nte enmendaron la relación compleja, y en los útlimos años hicieron varias aparicione­s públicas juntas, incluidas unas con la tercera generación: Billie Lourd, la joven protagonis­ta de la serie Scream Queens, uno de los hit de la era millenial. Así, Reynolds y Fisher, a veces a contrapelo, eternizaro­n sus legado en Hollywood.b

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile