Los problemas de La Araucanía
EL PASADO lunes, la Presidenta de la República viajó hasta la región de La Araucanía para encabezar una reunión de trabajo con la Comisión Asesora Presidencial encargada de elaborar propuestas para superar los problemas de la zona. Durante su cuarta visita a la región en lo que va de este mandato, la Mandataria abordó las propuestas que ha avanzado dicha comisión en materias relacionadas con política, desarrollo económico y productivo, reconocimiento y paz social.
Si bien es valorable que desde la Presidencia se estén impulsando iniciativas de este tipo, llama la atención que La Moneda aún parece no tener un programa propio para La Araucanía, que permita ir avanzando desde ya. Las conclusiones de la comisión asesora -las que se darían a conocer a mediados de enero- probablemente constituirán un insumo valioso, pero la mayoría de las propuestas que de allí surjan requerirán tiempo en implementarse, por lo que no sería razonable que materias especialmente urgentes se vean postergadas hasta entonces.
El problema más acuciante de la región es el cuadro de inseguridad y debilitamiento del estado de derecho. Es lamentable que en ninguna de las visitas presidenciales esta temática haya sido abordada, considerando que el nivel de violencia -en especial por ataques incendiariosse agudizó durante 2016. Ello requiere una acción inmediata del Estado, que no debería quedar condicionada a la implementación de otras medidas de más largo plazo. Sin una contención de la violencia, es difícil que otras soluciones destinadas a aumentar la productividad y dinamizar la economía regional puedan prosperar.
Aun cuando es lamentable que los problemas de La Araucanía hasta la fecha no hayan sido abordados con el nivel de prioridad y en la dimensión política que requiere, cabe esperar que el trabajo de la comisión sea aprovechado como una instancia para retomar integralmente y con decisión las problemáticas de esta región, que sigue siendo la más rezagada del país.