Video sobre el CAE
Señor director:
El reciente video financiado y publicitado en pleno proceso de admisión por las universidades estatales, aludiendo a las universidades privadas como “callampas”, revela cómo éstas hoy no están abogando por un sistema “más justo y equitativo”, sino que constituye una falta ética grave.
Primero, desinforma, ya que si bien aparentemente el tema del video es el CAE, son indirectamente las universidades privadas el objeto de ignominia. En este contexto, cabe recordar que el sistema estatal nunca fue capaz de absorber a los alumnos más desaventajados del sistema educacional, lo que la falsa promesa de la gratuidad universal no solucionará per se, si no se consideran otras variables como el hecho de que el Estado no cuenta con recursos infinitos. No solo eso. Muchas de esas mismas universidades ofrecen peor calidad que muchas privadas. Y si del CAE se trata, ha sido más eficiente en la retención de alumnos.
Pero lo más grave, es que en el sistema universitario, como cualquier área de la economía, sus integrantes deben competir en buena lid, según las reglas del juego que establece el regulador. Cabe recordar que con las reglas que existían, Chile era al año 2009 el segundo país de Iberoamérica con mayor tasa de participación del quintil más pobre en educación superior, con aproximadamente un 19% (CINDA, 2009) y con un 31,3% de los dos primeros quintiles al año 2012 (LyD, 2012). Al parecer, las autoridades de las universidades estatales desconocen que hoy muchos de sus egresados desarrollan su vida profesional en entidades privadas, carreras académicas que no habrían sido posible bajo un monopolio estatal.
El video pone en evidencia la presión de un grupo de interés, que funciona como un cartel, lo que sí es una práctica mercantilista contraria al funcionamiento de mercados libres, sustentables y bien regulados. diagnóstico de la población menor de 14 años que interviene en la comisión de delitos, adicionalmente la cobertura de oferta programática especializada es muy limitada y son pocos los programas que cuentan con evidencia positiva y comprobada de resultados. La Terapia Multisistémica ha mostrado sólidos resultados promisorios en Chile; sin embargo, falta cobertura.
En este contexto, la carencia de un diagnóstico adecuado y una eficaz oferta programática para los “inimputables” redundará en el número y naturaleza de los delitos que cometan.
Cuando observamos la realidad de las cárceles y vemos que cerca de la mitad de los internos ha pasado por el sistema de justicia juvenil o de protección (en Sename), vemos que el sistema no está entregando una respuesta a procesos de inserción efectiva que rompan con la lógica de la exclusión social.
Necesitamos ser capaces de poner el foco en los niños que no teniendo edad de imputación legal, carecen de apoyo para evitar un mayor involucramiento en conductas antisociales.
La oportuna intervención sobre esta población facilita trabajar sobre los factores de riesgo delictivo presentes en ella, y con ello avanzar desde la prevención y no solo desde la reparación.
Por último, esto significa que nos iremos desmarcando de los recursos naturales como única base sólida de la economía. Como dijo la Presidenta, el superciclo de las materias primas está en su fin, por lo que ahora es cuando debemos basar la creación de valor a través del desarrollo del conocimiento.
Esperemos que esta creación sea un ejemplo a la hora de impulsar la economía país, apoyando e instruyendo al desarrollo de nuevos productos y servicios que acercan la labor científica, tecnológica y de innovación a la sociedad. y previsibilidad de su financiamiento, puesto que es indispensable para construir un proyecto de largo plazo. Tanto es así, que mucho antes de interponer la demanda, el mismo rector Sánchez se ha declarado en favor de modificar los criterios del AFI.
En la ley de Presupuesto para 2016, la glosa del AFI se redujo a la mitad y para el 2017, desapareció. El tema de fondo es que este brusco cambio atenta contra cualquier institución de largo plazo.