ESPACIOABIERTO Los pandas están de regreso
LOS PANDAS gigantes son uno de los animales favoritos de todo el mundo. En un año que parece haber tenido pocas alegrías hubo una buena noticia para los amantes de estos osos, cuando la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza les quitó de la lista de especies en peligro de extinción, rehogares bajando su estado de amenaza al grado de “vulnerable”.
Esto es mostrado por la ONG medioambiental, Worldwatch Institute, que afirma en su informe del 2015 que “el crecimiento económico conlleva más problemas medioambientales” y que “el crecimiento en sí mismo debe ser abandonado como objetivo nacional”.
La verdad es que la pobreza es a menudo un detonante de la contaminación. Si un país es pobre, no se puede permitir una tecnología más limpia o invertir en limpieza. Los lugares más contaminados del mundo son casi siempre los más pobres.
China, el hogar del panda gigante, ha experimentado niveles mucho más altos de contaminación del aire exterior desde su rápida industrialización. En 1990, las muertes anuales por contaminación del aire exterior se situaron en casi 600.000, pero ya han aumentado a 900.000.
Sin embargo, paralelamente, un problema medioambiental mucho más significativo ha mejorado. Con el aumento de los ingresos, un número considerablemente menor de tiene que recurrir a la quema de madera y carbón para mantenerse calientes. Esto ha reducido las muertes anuales debidas a la contaminación del aire interior de 1,1 millones, en 1990, a 800 mil en la actualidad.
Por otro lado, el aumento de la prosperidad ha ayudado a la gente de muchas otras maneras. China ha conseguido sacar de la pobreza a 800 millones de personas desde 1978. La proporción de jóvenes con educación superior ha pasado de un 1,8 por ciento a un 20 por ciento, y la esperanza de vida ha aumentado en diez años hasta los 75 años.
Todos estos factores también son buenas noticias para el panda. El desarrollo ayuda al medio ambiente, debido a que un país se centra menos en sobrevivir, y más en otras cosas, como el cuidado del medio ambiente.
Observamos una tendencia similar en los bosques en los que vive el panda. A medida que los países se hacen más ricos, dejan de deforestar y comienzan a reforestar. En este sentido, China ya está haciendo progresos: desde 1990, la superficie forestal ha aumentado en un asombroso 33%.
Esta mayor preocupación por el medio ambiente ha contribuido a que sea más fácil dirigir los esfuerzos de conservación no solo mediante la protección de los bosques, sino también mediante el aumento del número de reservas y gracias a la creación de “pasillos” para que las poblaciones de pandas salvajes aisladas puedan mezclarse y fortalecer el patrimonio genético de la especie.
Esto no es solo beneficioso para estos osos. Si bien existe cierta preocupación en torno a que la reforestación china aún no es tan diversa como debería ser, investigadores de la Universidad de Duke han descubierto que el 70 por ciento de los mamíferos forestales del país, el 70 por ciento de las aves forestales y el 31 por ciento de los anfibios de bosque viven dentro del alcance geográfico de los pandas y de las reservas que han sido establecidas para protegerlos. En otras palabras, el panda ha actuado como una “especie paraguas”. Salvemos al panda y podremos salvar a otros animales.
Y así como los pandas se han alejado un paso más de la extinción, debemos prestar atención a las lecciones aprendidas, para escribir más historias con un final feliz.