Un estreno con sabor a gloria
Chile derrotó 32-28 a Bielorrusia en el Mundial de Balonmano. Es la primera victoria del equipo nacional en fase de grupos.
La pregunta surge espontánea después del resonante estreno del seleccionado chileno de balonmano en el mundial de la especialidad. ¿Es éste el deporte colectivo más importante de la última década luego del fútbol?. La respuesta suena categórica al otro lado del teléfono, por parte del capitán Rodrigo Salinas, minutos después del gran triunfo por 32-28 de Chile sobre Bielorrusia.
“Les puedo asegurar que sí. Somos una selección que llevamos clasificándonos a cuatro mundiales consecutivos adultos. Tenemos medallas panamericanas. Somos una selección con muchos jugadores que estamos jugando en Europa”, dice con plena seguridad Salinas, máximo anotador (8 goles) del equipo nacional en el duelo ante los europeos, en el debut de Chile en el Mundial de Balonmano que se desarrolla en Francia.
Fue un partidazo el que cumplieron los chilenos. Allí se enfrentaba la táctica y agilidad de los nacionales, frente a la corpulencia y fuerza de los bielorrusos. Un partido de ida y vuelta que se resolvió recién en los últimos 10 minutos de juego.
Sobre el desarrollo del encuentro, Salinas es elocuente sobre las sensaciones que experimentaron. “El partido lo vivimos a muerte. Estábamos hace muchas semanas viendo todo el potencial que tenía Bielorrusia en vídeos, entrenamientos. Y hoy (ayer) nos salió todo, rozando la perfección. Tapamos muy bien a sus laterales que eran tiradores de larga distancia. Paramos su buen contraataque. Y en ataque jugamos muy largo, encontrando posiciones claras de lanzamiento. Fuimos muy efectivos”, expresó visiblemente emocionado. Y de inmediato agrega: “La fortaleza fue que aguantamos 60 minutos a un gran equipo, una potencia mundial. Todos los jugadores que participamos dentro y fuera de la cancha estuvimos a la altura”.
El análisis del guardameta Felipe Barrientos, figura importante ante los europeos, es similar: “Mantuvimos la línea de juego incluso en los momentos más difíciles. También es cierto que no hubo mucha rotación, lo que implica que se vaya acumulando la fatiga. Y en los momentos más importantes, al final, necesitábamos estar con las ideas