Los ejes de Ricardo Lagos
EL EXPRESIDENTE Ricardo Lagos fue proclamado la semana pasada como candidato presidencial por el PPD. Las definiciones que entregó en su discurso de proclamación fueron motivo de aplauso en aquellos que están por profundizar el camino de reformas que hasta ahora ha seguido la coalición de gobierno, y como contrapartida, generaron cierto desconcierto en aquellos que siguen viendo en él a quien podría volver a reencarnar valiosas formas de gobierno, caracterizadas por la búsqueda de amplios acuerdos y la consolidación de un modelo que permitió grandes avances en el país.
El expresidente señaló que “el rol de los progresistas es seguir corriendo el límite de lo posible” -evitando ahondar en críticas a la forma en que el gobierno ha conducido el proceso de reformas-, aunque también fustigó la actitud de cuestionamiento permanente, al estimarlo una “desconsideración por lo avanzado”. Hizo también un llamado a recuperar el dinamismo de la economía, pues “los problemas de los ciudadanos no pueden resolverse sin crecimiento”, pero recalcó que éste debe ser más inclusivo. Y sobre el sistema previsional, insistió que el eventual aumento de cotizaciones sea administrado por entidades distintas a las AFP.
No es claro si la visión y las propuestas del expresidente lograrán convencer a la Democracia Cristiana y el Partido Socialista, dentro de los cuales han surgido diferencias respecto a si alinearse con su persona, perseverar en un candidato de sus propias filas o endosar respaldo a Alejandro Guillier, quien lidera las preferencias dentro del bloque.
Es probable que en esta etapa inicial, Lagos apunte más hacia aquellos sectores que sienten fuerte afinidad con el programa y visión de la Nueva Mayoría, pero en algún momento debería recoger también los planteamientos de aquellas fuerzas que buscan cambios y un regreso a un cierto orden, que previsiblemente irán ganando protagonismo a medida que se acerque la definición de las candidaturas. Será en ese momento cuando exista más claridad sobre cuál es el énfasis que el expresidente quiere darle a un posible segundo mandato.