Incendios forestales
Señor director:
No hemos parado de presenciar incendios de gran magnitud, incluso con voluntarios perdiendo la vida.
Así, tomando como base la Encíclica Laudato Sí, sobre el cuidado de la casa común, resulta imperioso que Chile avance en la implementación de nuevas alternativas para prevenir los incendios forestales.
El Papa Francisco señala en su Encíclica: “Muchas cosas tienen que reorientar su rumbo, pero ante todo la humanidad necesita cambiar. Hace falta la conciencia de un origen común, de una pertenencia mutua y de un futuro compartido por todos”.
Añade que esta conciencia básica permitiría el desarrollo de nuevas convicciones, actitudes y formas de vida, desafiándonos cultural, espiritual y educativamente a buscar soluciones futuras que no pasen por establecer más castigos, sino a adoptar una conciencia de cuidado.
Es prioritario apostar por un nuevo estilo de vida. Educando para crear una alianza entre la humanidad y el ambiente: “La conciencia de la gravedad de la crisis cultural y ecológica necesita traducirse en nuevos hábitos. Muchos saben que el progreso actual y la mera sumatoria de objetos o placeres no bastan para darle sentido y gozo al corazón humano, pero no se sienten capaces de renunciar a lo que el mercado les ofrece”.
Quizás a algunos aun parezca que el cuidado de la casa común es algo lejano, pero hoy experimentamos una ola de calor inusual en Chile.
Una “ciudadanía ecológica” con una mayor participación, que reaccione desde una transformación personal y que impulse un cambio social, económico y político integral, se sostiene “solo a partir del cultivo de sólidas virtudes en que es posible la donación de sí en un compromiso ecológico”. Aún es tiempo de reaccionar y actuar de verdad. algún tipo de mejora efectiva. Y creo que las autoridades lo saben, y por eso mismo no han definido ninguna meta concreta de mejora.
La palabra evasión no se menciona, y mucho menos propuestas concretas para reducir el cerca de 30% de personas que no pagan su pasaje, lo que debe ser financiado con aporte de todos los contribuyentes.
Tampoco se plantea una meta respecto de evitar la sostenida fuga de pasajeros, ni el aumento de costos, ni la mala evaluación del servicio. Ni siquiera se mencionan extensiones futuras de la red de Metro, operador fundamental del sistema.
Los terminales de buses, la mayor barrera de entrada y factor monopólico de la industria, seguirán siendo privados, pese al voluntarismo que plantean las autoridades de arrendarlos para que puedan ser usados por potenciales nuevos oferentes.
Lo diré con todas sus letras: con las actuales bases de licitación, no habrá ninguna mejora para los usuarios del sistema, las tendencias de deterioro se mantendrán, y serán los mismos operadores actuales quienes seguirán con sus privilegios.