Problemas en pasos fronterizos
LAS INTERMINABLES filas para cruzar la frontera hacia o desde Chile ya se han vuelto habituales entre los turistas. Aun cuando los sucesivos gobiernos han intentado resolver la alta congestión que muestran algunos pasos fronterizos, en especial el complejo Los Libertadores, por la vía de integrar los trámites con los países vecinos, mejorar las instalaciones de atención y desarrollar programas de contingencia, lo cierto es que a todas luces estas medidas han resultado insuficientes.
Desde hace varios meses es posible apreciar en diversos centros comerciales de nuestro país la masiva concurrencia de turistas argentinos atraídos por los mejores precios relativos que presenta nuestra economía, en especial en bienes durables. Los malls de ciudades limítrofes como Los Andes, han tenido importantes incrementos en sus ventas, impulsados por la alta demanda de consumidores extranjeros.
Por lo tanto, era absolutamente previsible que en época de vacaciones el tráfico transfronterizo aumentaría vigorosamente, en especial en enero, el mes preferido para el descanso veraniego de nuestros vecinos. Y eso fue justamente lo que ocurrió. Lejos de encontrarse con la debida preparación para enfrentar este fuerte incremento, varios complejos fronterizos colapsaron, con esperas promedio de entre 3 y 5 horas solo para comenzar los trámites obligatorios de migración, lo que se agravó con el paro de aduanas. Esta situación ha sido especialmente crítica en el complejo Los Libertadores, ya que esta semana han muerto dos turistas (una argentina y una peruana) mientras esperaban su turno para ser atendidas.
Nuestro país tiene todas las condiciones para ser una potencia turística de nivel mundial. Recientemente, los prestigiosos The New York Times y The Guardian han recomendado a Chile como destino turístico. Es lamentable que las deficiencias en el funcionamiento de servicios públicos impidan que nuestra economía siga desarrollando todo su potencial.