Tres semanas sin atajar una
Bravo prolonga su racha fatal. No exhibió errores ante el Tottenham, pero recibió dos goles de dos remates. El City desperdicia el 0-2 que le regaló Lloris con en dos fallos clamorosos y acaba empatando.
Parecía que el City y Claudio Bravo por fin tendrían una jornada tranquila ayer cuando enfrentaron al Tottenham (22). El equipo jugaba bien, ganaba 2-0 y el arquero chileno, sin trabajo hasta ese momento, veía como las críticas apuntaban al arco de enfrente. Hugo Lloris falló clamorosamente en los dos tantos locales: primero, a los 48’, erró en un despeje de cabeza, no le dio al balón, y permitió que Sané definiera a puerta vacía; y luego, a los 52’, se le escapó un centro desde la derecha que De Bruyne solo tuvo que empujar. Pero la calma sólo parecía. Al final llegó la debacle. Otra vez.
Las desconcentraciones de fechas anteriores volvieron al equipo de Guardiola y, con ellas, la igualada visitante. Un centro desde la derecha llegó a la cabeza de Dele Alli y el británico descontó en el primer remate a puerta de los Spurs. 57 minutos. Y en el 76’, el surcoreano Heung-Min Son puso el empate definitivo con un tiro cruzado (tras recibir una dejada de Kane en fuera de juego) y, de paso, acrecentó el mal momento estadístico de Claudio Bravo en la Premier. El chileno volvió a recibir la misma cantidad de goles que disun paros al arco, aunque no tuvo culpa en ninguno de ellos.
Los Ciudadanos tuvieron 13 remates, cinco a portería, y dominaron la posesión con un 52 por ciento. Pero no pudieron plasmar esa superioridad numérica en el marcador ante