Los efectos del retiro de EE.UU. del TPP
La decisión de Donald Trump de sacar a su país del Acuerdo Transpacífico confirma el inicio de una era de mayor proteccionismo y frena la creación de la mayor zona de libre comercio del mundo.
CON SUS primeras órdenes ejecutivas los presidentes de Estados Unidos marcan las prioridades de su gobierno y el foco que quieren darle a su gestión. En sus primeros días, por ejemplo, el ex Presidente Barack Obama firmó el decreto que ordenaba revisar las condiciones de detención de la cárcel de Guantánamo y evaluar su cierre definitivo –cosa que finalmente no pudo concretar-, mientras que el ex mandatario George W. Bush destrabó fondos federales para apoyar a organizaciones religiosas de ayuda social, que su antecesor había bloqueado. El Presidente Donald Trump, en cambio, decidió en su primer día hábil de gestión firmar la orden ejecutiva que retira a Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico de Cooperación o TPP. La decisión, que ya había adelantado tanto en su campaña como tras su elección en noviembre pasado, confirman el inicio de una era de mayor proteccionismo de parte Estados Unidos, reforzada por la decisión del mandatario de revisar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta).
Con el retiro de Estados Unidos “el TPP tal como lo conocíamos ya no está sobre la mesa”, reconoció el canciller chileno Heraldo Muñoz. Un hecho que representa un duro golpe para las políticas de apertura comercial en el mundo, considerando que el TPP reunía a 12 países –incluido Chile- que sumaban casi el 40% del PIB mundial, un mercado de cerca de 800 millones de personas, el 36% de la inversión extranjera directa global y el 26% del comercio internacional. Un escenario que creaba la mayor zona de libre comercio del mundo. A ello se sumaba que el acuerdo ofrecía un marco comercial adaptado al siglo XXI, al actualizar las reglas, ofrecer nuevos mecanismos de resolución de controversias –importantes especialmente para los países más pequeños como Chile- y contemplar regulaciones adaptadas a la economía digital y al medioambiente. Un esfuerzo de modernización y diseño de normas coherente con el desarrollo de las economías de mercado en el actual contexto de transformaciones tecnológicas.
La decisión del mandatario estadounidense deja en nada esas transformaciones y favorece un clima de incertidumbre sobre el rumbo que pueda tomar el comercio mundial. Si bien es positivo el compromiso con el libre comercio mostrado por China y el resto de las principales potencias económicas del planeta en el reciente Foro Económico Mundial de Davos, analistas reconocen que un mayor proteccionismo en la primera potencia mundial tendrá inevitablemente efectos en el resto de la economía del planeta. Las decisiones de Trump, por ejemplo, ya han motivado que tanto México como Canadá den señales de un eventual retiro anticipado del Nafta antes de que la Casa Blanca deseche el acuerdo. En el caso de Chile, que ha basado su estrategia de desarrollo de las últimas décadas en la apertura de los mercados, la decisión de Estados Unidos no puede ni debe alterar ese camino. Como señaló el canciller Heraldo Muñoz, el país tiene que “persistir en su apertura al mundo y en su integración” tanto a través de acuerdos bilaterales como regionales.