Declaran con muerte cerebral a esposa de Lula, su compañera política por más de 40 años
Marisa Letícia Rocco había sido internada el 24 de enero tras sufrir un accidente cerebro vascular. La mujer, cuyos órganos serán donados, participó junto a Lula en la fundación del PT, en 1980.
En el momento más sombrío de su vida pública, el ex Presidente de Brasil (2003-2010), Luiz Inácio Lula da Silva, sufrió ayer un duro golpe. Marisa Letícia Rocco, quien fuera su segunda esposa y compañera política por 43 años, falleció ayer en Sao Paulo días después de sufrir un accidente cerebro vascular.
La ex primera dama, de 66 años, fue declarada en estado de muerte cerebral en el Hospital Sirio Libanés, donde fue internada de urgencia el pasado 24 de enero.
Tras una noche donde se intensificaron los rumores sobre el empeoramiento de su estado, el médico de la familia, el cardiólogo Roberto Kalil Filho, dijo que el cuadro de la mujer era “irreversible”. El centro informó que los médicos le habían identificado “ausencia de flujo cerebral”. Luego, a través de Twitter, Lula dijo que “la familia ha autorizado los preparativos para donar sus órganos”.
Marisa Letícia y Lula se casaron en 1974, ambos viudos de sus primeros matrimonios. Juntos tuvieron tres hijos y se convirtieron en una de las parejas más populares del país. La pareja se conoció cuando Lula era dirigente del sindicato de metalúrgicos en Sao Bernardo do Campo y ella fue a pedir la pensión por su marido taxista, que había fallecido durante una tentativa de asalto cuando ella estaba embarazada de cuatro meses.
Desde entonces, esta nieta de inmigrantes italianos que creció en esta localidad del cinturón obrero de Sao Paulo se convirtió en el puntal en la sombra del desbordante carisma de su esposo. Lula adoptó a su hijo Marcos y esta mujer, que empezó a trabajar desde niña y pasó años en una fábrica de chocolates, lo acompañó en la lucha contra la dictadura (1964-85), en las huelgas de los años 70 y 80 y en la fundación del PT en 1980.
“Desde que conoce a Lula, en 1973, tiene una activa participación en los sindicatos dirigidos por él”, comentó a La Tercera Rafael Duarte Vi- lla, cientista política de la Universidad de Sao Paulo. “De 1975 a 1985 ella participó activamente en la organización y movilización de mujeres y contribuyó para traer muchas militantes para el recién fundado partido”, recordó.
Efectos políticos
A juicio de Lincoln Secco, historiador de la Universidad de Sao Paulo y autor del libro Historia del PT, “Doña Marisa no tuvo un papel directo dentro del PT”. Sin embargo, reconoce que “sin ella Lula no habría tenido la seguridad emocional indispensable para liderar el partido”. Secco comentó a este medio que la ex primera dama “era sentimentalmente más ligada al PT que el proprio Lula. Decoraba las fiestas en la casa del Presidente con rojo e hizo un jardín con la estrella del PT”.
Tras ocho años en el Palacio de Planalto, el matrimonio abandonó Brasilia con una popularidad récord. Pero todo comenzó a desmoronarse el pasado 4 de marzo, cuando agentes entraron en la casa del matrimonio y llevaron a Lula a declarar por su supuesta implicación en la red de sobornos en Petrobras.
“Ella murió presionada por el juez Sérgio Moro y eso pude aumentar el sentimiento de que Lula es políticamente perseguido. Sentimiento que el proprio Lula puede tener e invocar políticamente”, señala Secco, en alusión al posible uso electoral de cara a las presidenciales de 2018. Sin embargo, Rafael Cortez, analista de la Consultora Tendências de Sao Paulo, es crítico al respecto. “No creo que la muerte tenga algún efecto en la cuestión electoral. El dilema principal del PT se refiere a la condición jurídica de Lula y la necesidad de reconstruir el programa y la imagen del partido”, explica a La Tercera.
“Lo que sí es cierto es que la muerte de ella va ser aprovechada por el petismo para responsabilizar a la Lava Jato por daños morales y afectivos a Lula, como de hecho ya comenzó a ser hecho después de las primeras horas de su muerte”, aseguró Duarte Villa.b