Open House, el evento mundial que celebra la ciudad llega a Chile
Debutó hace 25 años en Londres y hoy se hace en más de 20 países. El 18 y 19 de marzo edificios y espacios de Santiago abrirán gratis.
Partió en 1999 como una apuesta, pero también como una necesidad: que el público chileno conociera su patrimonio cultural e histórico, permitiendo que por un día visitaran gratis cientos de edificios que por lo general están cerrados. Hoy el Día del Patrimonio, que organiza todos los años el Consejo de Monumentos a fines de mayo, es una de las actividades más populares del país, y en su última edición tuvo más de medio millón de visitas. Unos años antes, en 1992, en Londres, la misma idea impulsaba la fundación Open City, pero a diferencia de la experiencia chilena, ésta no se limitaba sólo al patrimonio sino que planteaba abrir todo tipo de edificios o espacios, nuevos o viejos.
Tras 25 años, la actividad londinense conocida como Open House está transformada en una franquicia que ya se ha exportado a más de 30 ciudades en el mundo, desde Nueva York, pasando por Helsinski, Lisboa, Roma hasta Jerusalén.
En poco más de un mes, el festival mundial que celebra la ciudad contemporánea aterriza en Chile: el próximo 18 y 19 de marzo se realizará la primera versión de Open House (OH!) Santiago, y uno de sus desafíos será desmarcarse del Día del Patrimonio, sumando a quienes ya participan y encantando a nuevo público.
“Muchos de los que estamos llevando a cabo el OH! Santiago hemos trabajado para el Día del Patrimonio y no aspiramos a competir sino a abrir más y de nuevas formas nuestra ciudad”, explica Soledad Díaz de la Fuente, miembro del Colectivo Aldea, dedicado a educar a los ciudadanos en torno a sus territorios y co-organizadores de la actividad junto a ProCultura.
Hace algunos años, luego de trabajar en el CMN, Díaz se trasladó a Londres para integrarse a la Fundación Open City, y allí conoció a su creadora, Victoria Thornton, quien de inmediato vio en Chile un foco atractivo para seguir replicando su proyecto. Eso sí, le dio una indicación: “Victoria, me dijo, ‘yo sé que a ti te gusta el patrimonio, pero aquí eso no existe, nos da lo mismo que se trate de la residencia de la Reina Victoria o el último edificio de Norman Foster, para nosotros todo es arquitectura que se merece celebrar’. Eso me hizo mucho sentido”, cuenta Díaz.
Junto a su equipo comenzó a trabajar para traer Open House a Santiago. Postularon a Fondart y no ganaron, hasta que hace dos años recibieron $ 20 millones de un Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) con el que han sacado adelante el proyecto. Por estos días ya están confirmando la participación de los últimos edificios y espacios que en marzo deben sumar 70. Para el debut de OH! Santiago visitará Chile y dará una charla la propia Victoria Thornton, además del grupo de arquitectos argentinos que hace cinco años realiza el Open House Buenos Aires.
Para materializar OH! Santiago lo primero que hicieron el Colectivo Aldea y ProCultura fue formar un consejo de expertos para determinar los criterios y seleccionar los espacios. Entre ellos está Pilar Urrejola, presidenta del Colegio de Arquitectos; Cristóbal Molina del CNCA; la arquitecta Jeannete Plaut de la oficina Constructo; Gonzalo Riquelme del MOP; la dirigenta social Ana Lamilla, y el periodista de Santiago Adicto, Rodrigo Guendelman. En un principio pensaron en edificios construidos desde los 60 en adelante, pero se dieron cuenta que esa época ya está considerada como patrimonial para el CMN. Entonces corrieron el riesgo.
“Decidimos que serían construcciones y espacios levantados desde el 2000 hasta hoy. Y es complejo, porque quizás no tenemos la suficiente perspectiva para decir si una u otra arquitectura es mejor, es lo que pensamos hoy, pero creemos que de eso se trata: de empezar a discutir como ciudadanos cómo estamos construyendo la ciudad contemporánea”, señala Díaz.
La selección se divide por categorías y se reparte en 22 comunas del Gran Santiago con el fin de demostrar que se puede encontrar proyectos de calidad independiente del estrato económico.
Una de las más interesantes está en La Pintana: es el proyecto DiGA (Dirección de Gestión Ambiental) que desde 1995 dedica tres hectáreas