Magistrados critican argumento oficial sobre decreto presidencial
acuerdo a la BBC, desconocía que la Ley para la Educación de Personas con Discapacidades era una norma federal. También dijo que una escuela en Wyoming podría necesitar un arma para defenderse de osos, lo que generó desconfianza.
Pero el punto más polémico de DeVos es que defiende el modelo educacional de “elección de escuelas”, que le da total libertad a los padres para decidir dónde estudian sus hijos y no se rige por el código postal de dónde viven. Respalda las escuelas “charter”, las mismas que promovió en Michigan. Se trata de establecimientos alternativos a los colegios públicos que son financiados parcialmente con fondos estatales. Tal como sucede con el modelo de subvención en Chile y que implementó Pinochet en 1980.
Estas escuelas son creadas por profesores, padres o grupos comunitarios, fuera del sistema escolar estatal. El modelo se ha implementado parcialmente en 14 estados. Además, defiende los programas “voucher”, subsidios otorgados a los padres para colegiaturas en cualquier colegio.
Quienes respaldan este modelo dicen que le da a los alumnos la oportunidad de asistir a “buenas” escuelas independiente “Ha dedicado casi tres décadas a promover oportunidades educativas”. de donde vivan, y que el fomentar la competencia entre públicas y privadas impulsa la excelencia. Pero el diario The Washington Post lo advertía en enero: “El sistema puede reforzar la desigualdad y Chile ya lo probó”. De acuerdo al periódico, el sistema en Chile no ha “ayudado a mejorar las oportunidades de los niños más pobres y rurales. Más que eso, ha incrementado las desigualdades socioeconómicas y ha provocado descontento y protestas”. Además, destacó que Chile pasó de tener un 78% de estudiantes en escuelas públicas en 1981 a un 39% en 2013.b de Trump, bajo el argumento de que el Mandatario por sí solo tiene el poder para decidir quién puede ingresar o permanecer en Estados Unidos. Pero varios estados han combatido la prohibición a recibir viajeros de siete naciones predominantemente musulmanas e insistieron en que es inconstitucional.
Los magistrados -dos demócratas y un republicanocuestionaron repetidas veces al abogado August Flentje, del Departamento de Justicia, sobre por qué los estados no deberían poder demandar en nombre de sus habitantes o en nombre de sus universidades, que se han quejado de que sus estudiantes y profesores quedaron varados en el extranjero.
La jueza de circuito Michelle T. Friedland, que fue nombrada al cargo por el Presidente Barack Obama, preguntó si el gobierno tiene cualquier evidencia que vincule entre sí a esos siete países.
Flentje les dijo a los jueces que el caso avanza con rapidez y que el gobierno aún no ha incluido evidencia que respalde la prohibición.
Horas antes de la audiencia, el propio Trump no descartaba que el caso llegase a la Corte Suprema. “Veremos lo que ocurre. Tenemos un caso muy importante en las cortes. Estamos bien representados”, dijo. Tanto si el Mandatario o los estados pierden, pueden recurrir a la Corte Suprema, la que decide si ve o no el caso.
Si decide intervenir, allí será la clave. Ello, porque el máximo tribunal de EE.UU. está compuesto actualmente por ocho de sus nueve miembros, ya que el último, nominado por Trump aún no es confirmado por el Senado. Es probable que exista un empate, debido a que cuatro jueces son liberales y cuatro conservadores. Si es así, la causa vuelve al Noveno Circuito, donde la decisión prevalecerá. Trump dijo ayer que defenderá su veto “a lo largo de todo el sistema” legal estadounidense.