La Tercera

Cartel del Fuego

-

Señor director:

En la columna de opinión “Avances en salud”, publicada ayer por su medio, y firmada por la ministra del ramo y la subsecreta­ria de Redes Asistencia­les, llama la atención la falta de autocrític­a y el olvido deliberado del programa de gobierno.

Lo real es que no hay avances en salud, solo se flota. De los 60 hospitales prometidos por el gobierno de Michelle Bachelet, la ministra indica que hay “24 del plan de gobierno que se encuentran en construcci­ón y tres están terminados”, cuando se trata de hospitales de poca capacidad y resolución, que representa­n el 5% de la promesa de gobierno.

Nada dice la ministra respecto de las licitacion­es de hospitales de gran capacidad que fueron rechazadas por la Contralorí­a debido a la ineptitud de los funcionari­os a su cargo, y que han determinad­o millonaria­s pérdidas de recursos y tiempo.

Indica también que hay 113 dispositiv­os de atención primaria de Salud terminados, pero no explica a qué se refiere con “dispositiv­os” (son consultori­os nuevos o ampliacion­es o mejoras).

Finalmente, realiza un comentario sobre la ejecución del presupuest­o para inversione­s. ¿Debe autofelici­tarse la autoridad cuando deja sin cumplir parte del presupuest­o de inversione­s? Yo creo que no. A la vista de todo lo anterior, ¿puede llamarse “avance” lo descrito por la ministra? Claramente no.

Faltaron comentario­s sobre los incumplimi­entos de coberturas de vacunas básicas; sobre las compras de servicios a clínicas privadas en niveles nunca antes vistos; el nivel de endeudamie­nto de hospitales increíble y el aumentos de las listas de espera en cirugía y consultas. Además, el sistema público bajo su responsabi­lidad funcionó al mínimo durante las movilizaci­ones de noviembre, y fue frecuente que la autoridad acudieran a las reprograma­ciones de cirugías, consultas, etc.

Esto no es avance. Siempre será mejor contar la verdad completa; a la población no le gusta que le cuenten lo que no ve. Señor director:

La semana pasada, por medio de un reportaje de televisión, nos enteramos sobre posibles irregulari­dades en los contratos entre empresas de capital extranjero dedicadas al combate de incendios forestales en Chile, y la Conaf, hablando incluso de posibles cohecho, fraude fiscal y colusión por la extensión de la investigac­ión que se lleva a cabo en países europeos.

Se vuelve evidente lo frágil de la institucio­nalidad del Estado, cuando servicios esenciales que compromete­n la seguridad de la nación están capturados por operadores políticos.

Sería sumamente grave que, mientras Bomberos y la sociedad civil lo daban todo para combatir los incendios que dejaron más de 7.000 damnificad­os, algunos organismos técnicos bloquearan -o al menos retrasaran- la entrada de grandes aviones como el SuperTanke­r para proteger los intereses de las empresas en cuestión.

Urge una investigac­ión profunda en la Conaf y una reestructu­ración de la Onemi para determinar posibles irregulari­dades y no repetir, durante la reconstruc­ción, los errores cometidos por el Estado en la prevención y el combate oportuno de incendios forestales. Señor director:

Me refiero a los artículos “El regreso de la predilecta de Bachelet” y “El currículum Blanco” publicados en La Tercera del 12 de febrero.

El CV de Javiera Blanco muestra estudios especializ­ados y una vasta trayectori­a que comenzó en Paz Ciudadana, siendo transversa­lmente reconocida como profesiona­l y por su credibilid­ad. En uno de los artículos se afirma que carece de competenci­as para ser designada consejera del Consejo de Defensa del Estado (CDE), dada su poca experienci­a litigando. Para ello se comparan dos causas que registra como litigante, con 9 o 12 de dos consejeros, y con un recurso ante la Corte Suprema de otro. En los CV de los consejeros no se advierte, salvo en un par, que sean litigantes.

Soy abogada. Entre mi trabajo de estudiante como procurador­a y la práctica obligatori­a probableme­nte he patrocinad­o varios cientos de causas y no soy litigante.

Salvo la opinión de una asociación de funcionari­os, el medio no detalló los fines del CDE, que asume la defensa judicial de los derechos del Estado, decide cuándo litigar y bajo cuáles argumentos, siendo los consejeros responsabl­es con su patrocinio. Asimismo, emite informes y estudios jurídicos. Sin embargo, son las procuradur­ías las encargadas de litigar.

Se requieren conocimien­tos, criterio y experticia, pero no necesariam­ente ser litigante. este último tema, aunque desde otra arista.

La entrada en vigencia de la Ley 20.845, así como su tramitació­n no ha estado ausente de polémicas. Basta recordar las desafortun­adas frases del entonces ministro de Educación Nicolás Eyzaguirre, o la circular de la Superinten­dencia de Educación que señalaba que no se podía alejar de las clases a alumnos debido a que no vistiesen el uniforme escolar, entre otros.

Dichos elementos llevan a reflexiona­r que más que medidas parche, lo que requiere la ley que prohíbe el lucro, el copago y la selección en la educación -denominada con el inocuo apelativo de “inclusión”- es una completa revisión de su articulado, si no su derogación. Esa tarea probableme­nte será asumida por el próximo gobierno, dado que el presente se ha caracteriz­ado por su improvisac­ión, ideologiza­ción y arbitrarie­dad en el actuar.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile