Ley de Pesca
Señor director:
Cada cierto tiempo aparecen en la prensa voces pidiendo la derogación de la Ley de Pesca, basadas en intereses particulares sobre el acceso a los recursos pesqueros. Ello no tendría nada de extraño en una democracia donde cualquier ciudadano puede libremente expresar inquietudes y pensamientos. Lo que sí sorprende es la vaguedad de estas demandas, que ignoran que el actual texto legal es fruto de extensos estudios sobre legislación pesquera mundial; de asesorías del más alto nivel internacional y del respaldo de organismos internacionales, todos los cuales señalan nuestra legislación como un modelo para enfrentar el desafío de la actividad pesquera en el marco de una actividad sustentable.
El actual desafío de la actividad pesquera es el efecto que está produciendo el cambio climático, que afecta a las poblaciones de peces más allá del esfuerzo pesquero. Es allí donde debe centrarse el debate de cómo enfrentar esta nueva realidad.
Un reordenamiento de las políticas de investigación es urgente, dando énfasis a los estudios del ambiente marino, en especial a sus efectos en toda la cadena trófica marina. Pretender que un cambio en la ley vía derogación o reemplazo va en la senda correcta, es conocer poco o casi nada del historial pesquero nacional.