Diferencias entre EE.UU. y Moscú complican relación de Trump y Putin
mayoría de los países, y su eventual traslado a Jerusalén sería considerado como una agresión por los palestinos.
El cambio de postura de la Casa Blanca sobre la opción de dos estados –que han impulsado presidentes demócratas y republicanos- no cayó bien en la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), donde un portavoz dijo a la agencia Efe que la única alternativa es un solo Estado democrático, secular y con igualdad.
El secretario general de Naciones Unidas, el portugués Antonio Guterres, dijo categóricamente que “debe hacerse todo lo posible para preservar” la posibilidad de una salida de dos Estados. Por su parte, Francia dijo por boca de su embajador en la ONU François Delattre que el compromiso de su país con la solución de dos Estados “es más fuerte que nunca”.
En tanto, el jefe de la derecha nacionalista religiosa israelí, Naftali Bennett, estimó que las declaraciones de Trump marcan el fin de la idea de un Estado palestino. “Una nueva era, nuevas ideas. No hay necesidad de un Estado palestino más allá de Jordania y de (la Franja de) Gaza”, afirmó en su cuenta de Twitter Bennett, ministro de Educación y líder de Hogar Judío, que apoya las colonias.
Curiosamente, la rueda de prensa entre Trump y Netayanhu se realizó al comienzo de la visita del primer ministro israelí, y no al final de las reuniones, como es lo habitual.
Durante el diálogo con los periodistas Trump aseguró que el acuerdo internacional con Irán, para contener su desarrollo nuclear, es un mal acuerdo y su gobierno hará “más” para asegurarse que Teherán “nunca” obtiene un arma nuclear. “Mi administración trabajará para prevenir y asegurarse que Irán nunca, nunca, desarrolle un arma nuclear”, aseveró.
Trump criticó a la ONU por las “acciones injustas y unilaterales” contra Israel, país del que destacó como un “querido aliado” con el que EE.UU tiene un “vínculo indestructible”. Israel representa, según Trump, un “símbolo de resistencia contra la opresión y de supervivencia frente al genocidio” y enfrenta “enormes problemas de seguridad” a raíz de las “ambiciones nucleares de Irán”.b El Presidente Donald Trump vuelve a estar involucrado en controversias relacionadas con Rusia. Luego de que el diario The Washington Post revelara que el ahora ex asesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn, había tenido contactos con el embajador ruso y habrían conversado sobre las sanciones de EE.UU. hacia Moscú, la administración de Trump se vio sacudida.
El hecho llevó a la renuncia de Flynn, y marcó el “último capítulo de una saga de meses en la que Trump no ha podido romper la sombra del rival de EE.UU.”, señala el Post. Flynn se unió así a otros dos miembros del equipo de Trump que también dimitieron ante cuestionamientos sobre sus vínculos con Rusia.
Asimismo, el diario The New York Times informó el martes que los agentes de inteligencia de EE.UU. interceptaron llamadas que revelan que miembros de la campaña de Trump tuvieron contactos reiterados con agentes de la inteligencia rusa antes de las elecciones.
Trump calificó de “sin sentido” cualquier conexión con Rusia. “Es sólo un intento para ocultar los numerosos errores de (...) Hillary Clinton”, escribió Trump en Twitter. Además, señaló que Barack Obama había sido “blando” con Rusia. “Crimea fue tomada por Rusia durante el gobierno de Obama. ¿No fue Obama demasiado blando con Rusia?”, redactó.
Recientes acontecimientos complican el posible deshielo que pretendía tener el Presidente ruso, Vladimir Putin, con Trump. Su elección había sido aplaudida por Moscú y el líder ruso había señalado que Trump era un “hombre inteligente”. Por su parte, el mandatario estadounidense había elogiado en varias ocasiones a Putin y había dicho que esperaba tener una “buena relación” con él cuando asumiera la Presidencia.
Un mes después de llegar a la Casa Blanca, surgen diferencias frente al tema de Crimea (Trump dijo que debería ser devuelta a Ucrania), sobre el acuerdo nuclear con Irán (que Putin defiende), y el supuesto despligue por parte de Rusia de un misil de crucero, algo que violaría los acuerdos entre Moscú y Washington. Además, Putin esperaba una mayor implicación de EE.UU. en Siria, puntualmente en la lucha contra el Estado Islámico.
Algunas de esas diferencias podrían ser tratadas en el encuentro que sostendrán en Bonn (Alemania) hoy el jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, y el secretario de Estado, Rex Tillerson, en el marco de la cumbre G20.b