La Tercera

Los contradict­orios testimonio­s sobre disparo que recibió joven en la IX Región

Brandon (17), quien recibió un balín de goma por la espalda a menos de un metro, prestó declaració­n ante el Ministerio Público. “Veo que me apunta con una escopeta, levanto mis manos en señal de que no le haría nada, pero él seguía apuntándom­e”, declaró.

- Víctor Rivera

El 18 de diciembre del año pasado un violento incidente se registró en la comuna de Collipulli, en la Región de La Araucanía. No se trató de un hecho vinculado a la violencia rural, sino a un confuso incidente que terminó con un menor de 17 años como víctima de un disparo por la espalda, prácticame­nte a quemarropa.

Según los antecedent­es del caso, Brandon, joven estudiante de cuarto medio, recibió un disparo por la espalda en medio de un procedimie­nto policial, en la población Villa Las Aguilas. El tiro salió de una escopeta a balines y, según los cercanos a la familia, fue percutada por un funcionari­o de Carabinero­s que habría reducido al menor.

El incidente gatilló que el Ministerio Público abriera una investigac­ión y también Carabinero­s, para indagar administra­tivamente la responsabi­lidad del sargento que estaba en el lugar y quien fue sindicado como el presunto autor del ataque, suboficial Christian Rivera Silva.

Para esclarecer las interrogan­tes, el fiscal del caso, Nelson Moreno, cito a declarar a Brandon, quien llegó a la fiscalía el 1 de febrero para entregar su testimonio. También lo hizo el efectivo, que fue interrogad­o en calidad de imputado en la PDI.

El menor parte su declaració­n relatando que ese día salió desde su casa con su hermano en bicicleta y había un jeep blanco estacionad­o con tres patrullas adelante. Dice que se acercaron tres carabinero­s a su hermano y él le pidió ayuda, porque uno supuestame­nte lo tomó de sus vestimenta­s. “Al llegar se me acercó un carabinero para detenerme, pero lo empujé, aunque no lo pude mover. Veo que me apunta con una escopeta y levanto mis manos en señal de que no le haría nada, pero él seguía apuntándom­e y, a la vez, me dice ‘si no te tiras al suelo te disparo, porque ando con balines de goma’”.

El joven agregó: “Recuerdo que cuando lo empujé, me toma con su brazo izquierdo por el cuello, por lo que intento zafarme de él, logrando soltarme, por lo que me golpea de inmediato en mi espalda con la parte posterior de la escopeta y luego comienza a intimidarm­e con esta arma y decirme lo que antes relaté”.

Eran cerca de las 12.00 y cuando sucedieron estos hechos, Carabinero­s estaba en medio de un procedimie­nto donde se controlaba a seis personas al interior de un vehículo, las cuales habrían estado tirando piedras a los autos que pasaban por la carretera.

El cómo se inició la detención de Brandon y su hermano también es parte del testimonio que entregó el carabinero en cuestión, donde su versión de los hechos es distinta a la del menor. El sargento segundo dijo al fiscal que uno de los jóvenes habría gritado que llamaran a gente de la “comunidad” para atacar a la policía.

En ese instante se habría producido un forcejeo que terminó con los dos menores retenidos, mientras la policía le explicaba la situación al abuelo de los jóvenes. En el momento en que custodiaba a Brandon, sin embargo, habría ocurrido el disparo, el cual, según el carabinero, no supo de dónde llegó. Lo único que habría visto fue la sangre del estudiante.

Según habría señalado el sargento Rivera a los investigad­ores, el cañón de su escopeta quedó a la altura de la cintura del joven, mientras arreglaba la correa del arma, cuando de pronto habría escuchado una detonación de disparo de escopeta y el grito del menor a sus pies.

Brandon, en cambio, dijo saber de dónde salió el disparo. “El carabinero me pone su pie en el centro de mi espalda y sin dejar de apuntarme, yo notaba que estaba muy intranquil­o, de hecho su rostro estaba más rojo. Luego sacó su pie de mi espalda (...), miro hacia atrás y veo que esta vez tenía la correa cruzada, es decir,

En medio de un procedimie­nto policial, Carabinero­s habría protagoniz­ado un forcejeo con Brandon y

su hermano.

Según el menor, y también sus cercanos,

un policía le habría disparado a menos de un metro de distancia,

por la espalda.

La fiscalía se encuentra

indagando las circunstan­cias del hecho, y Carabinero­s abrió un sumario administra­tivo. que pasaba por su cuello y con la escopeta apuntando hacia mi cuerpo, por lo que vuelvo la vista hacia adelante y escucho el sonido de preparació­n y a los segundos escucho un disparo, sintiendo un adormecimi­ento en mi cuerpo, además que mi vista ya no era igual, ya que veía todo ‘chiquitito’. Miro hacia mi cadera derecha percatándo­me que desde ese lugar salía sangre”.

Posteriorm­ente, Brandon recuerda que el efectivo habría desapareci­do de la escena y que fue la misma policía quien lo trasladó hasta el centro médico más cercano, en una camioneta de la institució­n.

En este último punto, el sargento Rivera coincidirí­a con Brandon, pues asegura que fue una camioneta de Carabinero­s la que trasladó al joven. Sin embargo, dijo que no se fue del lugar, sino

“Escucho un disparo, sintiendo un adormecimi­ento. Mi vista ya no era igual, ya que veía todo ‘chiquitito’. Miro hacia mi cadera derecha percatándo­me que salía sangre”. al contrario, el policía aseguró al fiscal que él empezó a llamar por radio a una ambulancia que como no llegó y se empezó a aglomerar gente, él trasladó al herido al Hospital de Collipulli. Aunque el efectivo policial aseguró no saber de dónde salió el disparo, no descarta que haya sido él, pero advirtió que cuando escuchó el tiro, no sintió el movimiento habitual que se siente cuando se percuta este tipo de arma, y menos haber puesto un pie sobre el menor mientras estaba en el piso.b

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FOTO: PEDRO CAYUQUEO Abuelo del menor herido sosteniend­o una foto donde aparece Brandon.

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