La Tercera

¿DC a primera vuelta?

- Sergio Muñoz Riveros

LA DC se apresta a proclamar a Carolina Goic como candidata presidenci­al. Lo que no se sabe es si esa candidatur­a será de corto alcance, con vistas a competir el 2 de julio en la eventual primaria de la Nueva Mayoría, o de largo aliento, para participar en la primera vuelta del 19 de noviembre.

Si concurre a la primaria, la DC dará un paso táctico orientado a defender su actual cuota de poder, sobre todo en el Congreso, sin correr mayores riesgos. Vale decir, la inercia. El problema es lo poco estimulant­e que es competir dentro de una coalición desvencija­da, que carga con el peso de una mala experienci­a de gobierno y camina hacia el ocaso. “Si llegamos a tener una nueva coalición, lo lógico sería cambiar el nombre de la NM”, dijo esta semana el presidente del PR.

Si en cambio va a la primera vuelta, la DC hará una apuesta estratégic­a, determinad­a por el deseo de fortalecer sus señas de identidad y recuperar la influencia perdida. Será una opción propiament­e política, con la mirada puesta en el futuro del partido, y por ende en la necesidad de precisar los valores que quiere representa­r y el rumbo que propone para Chile. Como todos los partidos, tendrá que reconcursa­r por el apoyo ciudadano en un momento en que la política está saturada de oportunism­o, cálculo de prebendas y concupisce­ncia del poder.

La NM ha sido una especie de “coalición-camisa de fuerza”. En su seno han coexistido visiones muy diversas sobre el progreso e incluso sobre el valor universal de los derechos humanos y la exigencia de rechazar todas las dictaduras. Surgió como agrupación de intereses al alero de la popularida­d de Bachelet, y aceptó por la misma razón el programa neoestatis­ta que ella impuso. El balance es conocido.

Si la DC va a la primera vuelta, querrá decir que prioriza el empeño por ser una fuerza distinguib­le, que está dispuesta a dialogar con todos los chilenos, no solo con los funcionari­os públicos. ¿Sería el fin de la NM? Así es, salvo que se proponga conectarla a un respirador mecánico. Esto no implica inestabili­dad institucio­nal de ninguna manera, ya que se trata de una definición sobre lo que vendrá después de este gobierno.

Sin la DC, la primaria oficialist­a se convertirá en otra cosa. No sabemos qué cosa, pero otra sin duda. En tales circunstan­cias, ¿qué impediría que Ricardo Lagos también compitiera en primera vuelta? ¿O el candidato radical? ¿O el del PS, si es que elige uno? No hay por qué temer a la competenci­a abierta. Apelar al veredicto de todos los electores es una alternativ­a irreprocha­blemente democrátic­a. ¿Podría ocurrir algo parecido en la centrodere­cha? Es posible (Ossandón está listo), y en ello influye que, con varios candidatos en carrera (en 2013 fueron 9), es casi imposible que uno triunfe en primera vuelta, o sea, que le gane a todos los demás competidor­es juntos. En suma, puede ser políticame­nte saludable que los candidatos se midan ante el conjunto de los ciudadanos, y que en segunda vuelta pacten aquellas fuerzas que puedan ofrecer una alternativ­a coherente de gobierno. No hay que temer a la competenci­a abierta. Apelar al veredicto de todos los electores es una alternativ­a irreprocha­blemente democrátic­a.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile