JAKE BUGG Su regreso lejos de las luces

Su primera y última visita ocurrió hace tres años, en el mejor momento de su fugaz carrera, cuando llegó a Santiago con un doblete: una presentación en solitario en el Club Subterráneo y su posterior show en la cuarta versión de Lollapalooza.

Hoy, Jake Bugg vuelve con su tercer álbum, una producción recibida con críticas moderadas, lejos de la sobreexposición de sus primeros trabajos, y en el contexto de una gira que continúa entre festivales y teatros. On my one salió al mercado en junio y es parte de lo que mostrará este martes 14 en

el Teatro La Cúpula.

Escena propia

El ascenso de la voz de Broken comenzó en octubre de 2012 con su debut homónimo, cuando se hizo valer de una guitarra, arreglos acústicos y una banda convencional, para conquistar con un sonido cercano al blues y al folk. Un bicho raro para su generación, Bugg se destacó por refrescar un segmento musical joven y efímero, en medio de nombres pop y boy bands prefabricadas.

Fue entonces gracias a esta apuesta que logró despertar interés entre sus pares y recientes seguidores, situándolo en una corriente musical nostálgica , con la mirada fija en Bob Dylan y Neil Young. Su salida al mercado no hizo más que evidenciar el fenómeno: debutó en el primer lugar de las listas de Reino Unido, con doble disco de platino.

Tan sólo un par de meses le bastaron para entrar a las grandes ligas, cuando en 2013 ya se hacía valer de su trabajo con Rick Rubin, productor responsable de levantar las voces más exitosas de la última década, como Kanye West, Adele o Ed Sheeran -aparte de años antes impulsar a Slayer y la resurrección de Johnny Cash-, para publicar su segunda placa, Shangri La (2013). Una digna continuación de su primera entrega, marcada por sus líricas punzantes y una estampa sonora propia. Ese mismo año, el artista tuvo la misión de telonear el histórico concierto de The Rolling Stones en el Hyde Park de Londres.

Aún con este privilegio, nunca quiso identificarse con una época o movimiento en particular. Sobre lo mismo, en una entrevista con La Tercera, el británico constató que no pertenecía “a ninguna especie de escena”, pese a reconocer influencias del blues y de los 70. Las entradas para Bugg se encuentran a la venta por Ticketek, con un precio único de $ 33.000.b