La Tercera

Tratamient­os con células madre

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Señor director:

Las noticias nos sorprenden cada tanto con la conquista de una nueva enfermedad incurable, a manos de la investigac­ión con células madre. Cabe preguntars­e, ¿dónde están los tratamient­os? ¿Por qué no se encuentran a nuestro alcance?

Paradójica­mente, la prensa tanto mundial como local, denuncia la oferta de estas terapias como sospechosa­s.

Se trata de un problema local, pero tan generaliza­do, que la Internatio­nal Society for Cellular Therapy (ISCT) optó por lanzar en Chile en su Congreso Latinoamer­icano el Presidenti­al Task Force sobre el uso de Terapias no Probadas.

Solo en EE.UU. existen más de 600 clínicas que aplican tratamient­os con “células madre” sin ningún tipo de control o supervisió­n.

Hasta ahora, la conversión de un hallazgo científico en un tratamient­o con células madre debía ceñirse al patrón de la industria farmacéuti­ca. Y aunque ya existen algunos tratamient­os, las caracterís­ticas no son las de un fármaco biológico ni químico. Por eso, los tratamient­os no llegan a la práctica médica. Sin embargo, por un resquicio legal, denominado “terapias mínimament­e manipulada­s” los tratamient­os falsos sí llegan al público. Este círculo vicioso permitía que al mismo tiempo que la FDA “asfixiaba” a los actores serios, era permisivo con las clínicas que escapan a toda forma de control técnico o científico, con tratamient­os no probados, pero “mínimament­e manipulado­s”.

El expresiden­te Barack Obama firmó una amplia disposició­n que reconoce como un tipo especial de tratamient­o a las Terapias Regenerati­vas Avanzadas (ART). El cuerpo legal denominado 21st century Cures Act define estas terapias y también una nueva vía de aprobación por la FDA. Chile se encuentra en una posición privilegia­da para aprender de estas instancias y convertir el vacío regulatori­o actual en una oportunida­d mayor. Es de esperar que sepamos zanjar esta paradoja abriendo oportunida­des en favor de la investigac­ión, del desarrollo de nuevas tecnología­s y de nuestros pacientes. mucho material suelto, que las aguas lluvias arrastrará­n cerro abajo. Aprovecho de recordar que un 3 de mayo de 1993, producto de la lluvias, se produjo un gran aluvión en la Quebrada de Macul dejando un sin número de casas destruidas, varios fallecidos y Santiago casi entero inundado, sin agua potable por varios días, igual que ahora.

Las autoridade­s de gobierno y comunales deben estar preparadas para evitar en parte los daños que van a ocasionar las primeras lluvias de otoño. dejar estereotip­os de todo tipo, salir de la polémica superficia­l para entrar en la reflexión profunda, y hacer del estudiante protagonis­ta y autor de su propia vida. Se trata de hablar finalmente de calidad, de mover el sistema hacia un paradigma nuevo. Esa es la tarea que tenemos todos para este año: docentes, autoridade­s, y familias, que debemos hacer con pasión y alegría. emocional que son válidos para siempre.

En este caso, no existe la opinión de los padres, ni menos de los niños que, aunque pequeños, tienen también su respuesta que debiera ser escuchada, pues la escuela es su segundo mundo y pueden decir mucho al respecto. Ese infante será un niño feliz porque se siente parte de su ambiente. Por tanto, hay que mejorar la comunicaci­ón con ellos porque son seres humanos en formación. Tal vez, por ello existen niños “difíciles”, malhumorad­os, desobedien­tes. Por lo demás, como siempre reciben “órdenes”, parecen ser unos robots-objeto y nunca sujetos, lo que no es convenient­e para afianzar su “yo” y ser alguien y no algo.

En la decisión del edil, ¿no faltaron los padres de familia? Por lo demás, sin tareas a la casa- que une a padres, madres y a hijos en una acción comúnlos niños irán después de clases a otro lugar con talleres extra programáti­cos a terminar un horario no fijado. Luego, los menores durante el día escolar estarán en dos sitios alejados con el cansancio, desaliento, inadaptabi­lidad y problemas psíquicos y materiales que ello implica. Ante ello, estimo preferible las “tareas para la casa”.

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