Costos del Censo
Señor director:
Es loable la disposición de la Presidenta para capacitarse y colaborar ante la falta de interesados en participar del próximo censo. Si bien es una reacción emocional que evidencia sus buenas intenciones de actuar ante los problemas, también confirma la falta de análisis racional de quienes deben asesorarla. ¿No es más valioso su tiempo buscando solucionar los problemas del país que tomando encuestas? ¿No han evaluado en La Moneda que si se queda en su casa y manda a encuestar al séquito de acompañantes que pulularían a su alrededor, la cantidad de censados aumentaría sustancialmente?
Para asignar eficientemente los recursos siempre se deben considerar los costos de oportunidad o uso alternativo de ellos. Los costos de oportunidad de tener a la Presidenta encuestando son demasiado altos para el país. son, en muchos casos, la consecuencia de una economía que no crece, que no genera puestos de trabajo y se enfrenta a personas que necesitan sustento.
La irresponsabilidad de ministerios completos es evidente. Si el país creciera a su potencial mínimo (4%); el sistema tributario fomentara el emprendimiento individual; si existiese un plan para cambiar el sistema productivo; hubiese más fiscalización para terminar con los “falsos” trabajos independientes; si los mercados compitieran en vez de recibir cómodos ingresos determinados por ley y si solo Hacienda, el Ministerio del Trabajo o el Ministerio de Economía tuviesen las respuestas a la situación actual, veríamos que proyectarnos al futuro es imposible para la clase política que corre… por cuenta propia. que cada escuela comprenda la relevancia de estos aspectos, avanzando hacia una educación integral e innovadora, donde pueden utilizar la JEC para este propósito. estamos en una ala más libertaria, debiéramos hacernos. Soy un convencido de que sí: tanto en sus primeras demandas por acabar con trabas opresivas del Estado y garantizar una real igualdad ante la ley, como en las más actuales basadas principalmente en la autonomía individual de las mujeres, en su cuerpo, su sexualidad y el perseguir libremente sus sueños.
Propongo que nos reencontremos con ese liberalismo libertario y feminista, que no reclame privilegios, como muchas veces hace el feminismo colectivista, sino libertad para que las mujeres puedan desplegar su individualidad, en autonomía y libertad.