Políticas para la mujer
Señor director:
En 2015 se creó el Ministerio de la Mujer y de Equidad de Género, con el fin de “fortalecer las autonomías y derechos de mujeres”. Sin embargo, la creación de este ministerio da cuenta de cómo la agenda política de los derechos de la mujer ha sido copada por un cierto feminismo radical que, negando la identidad de la mujer, ha terminado por perjudicarla, posponiendo sus problemas más apremiantes.
En el ámbito laboral es preocupante la baja participación femenina, que está lejos del promedio de los países Ocde, lo que es aún más apremiante a la luz de los resultado que conocimos este martes de Casen 2015: en casi el 40% de las familias la mujer es jefa de hogar, y precisamente en esas familias se concentran los mayores niveles de pobreza. La razón de esto es la dedicación de ellas a las labores domésticas y al cuidado de los hijos.
Más que leyes de cuotas o de derechos reproductivos, urge buscar una solución que compatibilice el trabajo con la importancia que la misma mujer asigna a su familia e hijos. Debemos avanzar en políticas públicas como el teletrabajo, la flexibilidad laboral y el cuidado infantil que incentive la corresponsabilidad parental.
Esperamos que en los próximos programas presidenciales, y en lo que queda de gobierno, se promueva el rol de la mujer mediante políticas que fomenten una sociedad en la que se reconozca de igual manera el aporte tanto masculino como femenino, y en la que se incentive una mayor participación de la mujer.