CUATRO ROSTROS EN LA ISLA
pasar económico. Cuando la pesca anda bien; todo anda bien”, analiza Felipe Paredes Vergara, 31 años, el joven ex alcalde del cuetrienio 2012-2016. Paredes fue el concejal que llamó al continente apenas ocurrió el tsunami y el último en ver en el aire al Casa 212. Paredes, hijo de Daniel Paredes, se embarcó el miércoles en el Plan B, el barco que National Geographic empleará en su expedición científica a la isla Selkirk.
National Geographic Pristine Seas financia, además, junto a la fundación Walton, un proyecto de trazabilidad de la langosta que permite registrar cada ejemplar desde su origen hasta el fin de la cadena de comercialización. El proyecto comenzó en 2016, cuenta el ingeniero Manríquez, sustentado en la evidencia del buen manejo: en enero de 2015, Juan Fernández fue la primera pesquería artesanal en el mundo en obtener la certificación más alta a nivel mundial, la MSC (Marine Steward ship Council). En la temporada 20142015 la captura ascendió a 114 mil langostas y en la 2015-2016 llegó a 137 mil unidades. Manríquez dice que los pescadores se percatan que en cuatro años, capturado lo mismo, han casi duplicado sus ingresos, pero cree que ello no producirá una sobreexplotación. “Por lo mismo, cuidan el recurso”, agrega.
A ello se agrega que el gobierno creó en enero el Area Marina Costera Protegida de Juan Fernández, de 11 mil kilómetros cuadrados
protegidos, lo que se suma a Parque Nazca-Desventuradas, de 300 mil kilómetros. Heraldo Muñoz destacó en su visita que, con ello, Chile tiene 12% de su superficie marina protegida.
Alex Muñoz, director para América Latina de National Geographic Pristine Seas, resalta que las áreas protegidas ayudan a recuperar pesquerías y tienen un efecto rebase en la reproducción del producto, que beneficia a los propios pescadores. “En el 97% de los mares del mundo se puede pescar”, ejemplifica Muñoz.
Las demandas
El alcalde Leopoldo González Charpentier es cuarta generación en Juan Fernández, pero ha sido alcalde de la comuna durante más de 20 años. Primero, entre 1992 y 2012, siempre como independiente
RN. El alcalde González volvió en 2016 y ahora cursa su sexto período al mando. Dice que no tiene ánimo de polemizar, pero cree que el alcalde y el concejo anterior se equivocaron al declarar persona non grata a las autoridades del continente. Tenían buenas intenciones, dice, pero también inexperiencia. “No podemos morder la mano que nos da de comer. Yo no soy político, agradezco desde la UDI hasta el PC si hacen algo por la isla”, dice antes de detallar los $ 8.000 millones que el Estado entrega a la isla en educación, salud, subsidios de transporte aéreo y transporte marítimo de carga.
Pero la isla quiere más. Esta semana cuatro organizaciones -el sindicato y la agrupación de pescadores y los gremios del turismo y de los artesanos-entregaron una carta de
dos páginas al canciller Muñoz pidiendo “un plan de acción que incluya iniciativas para mejorar las condiciones actuales de nuestra comuna, sin dejar de lado que la conservación de este territorio insular es nuestra mirada de desarrollo local”. En los próximos meses, la comunidad pretende entregar una propuesta de conservación marina que nazca de un proceso participativo y democrático. “Sr. Muñoz, queremos pedirle que nos ayude a concretar este sueño”, dice la misiva de la comunidad.
El alcalde no estuvo en esa reunión, pero suscribe la demanda por un estatus especial. González Charpentier recuerda que hace unos años se crearon por ley los territorios especiales de Juan Fernández e Isla de Pascua, pero que aún faltan los reglamentos para operativizarlo.
El alcalde plantea tres deseos. Primero, controlar la llegada de futuros residentes. La isla transita entre 900 y 1.050 personas según sea verano o invierno y un estudio de la Universidad de Chile estimó que la carga máxima que soporta la isla es de 1.500 personas. “Somos 1.000 y ya estamos con el problema”, dice el alcalde. Segundo, tener un gobernador insular, con oficinas de Extranjería, la PDI, Impuestos Internos y Seremías. “Determinar en nuestra propia tierra lo que queremos y no depender tanto del continente”, define. Tercero, una exención de impuestos a los combustibles, lo que beneficiaría a los pescadores. “No estamos pidiendo nada extraordinario. Una exención de impuestos a los combustibles en una isla de 1.000 personas significa la nada misma”, declama.