La Tercera

La ciudad que viene

- Pablo Ortúzar Antropólog­o social

EL GRAN escenario de la modernidad es la ciudad. Ella es el dominio de los individuos, el teatro de las luchas políticas y el lugar de las grandes preguntas de nuestros tiempos. Por eso, pensar la modernidad es, en buena medida, pensar la ciudad. La mayoría creciente de las personas vendrá al mundo y pasará casi toda su vida en un contexto urbano. Y si podemos decir algo respecto de la ciudad moderna es que ella y el cambio, como decía Bauman, “son prácticame­nte sinónimos”. Y que esos cambios siempre se manifiesta­n en nuestra vida como paradojas y contradicc­iones, grandes expectativ­as que, al realizarse, nos maravillan en la misma medida que nos desilusion­an y nos arrastran a otras esperanzas.

En el caso chileno, los grandes conflictos políticos que marcan nuestro siglo XX son incomprens­ibles si no se toman en cuenta los procesos de migración campo-ciudad. La llamada “cuestión social” de comienzos del siglo XX, de hecho, surge debido a la aglomeraci­ón urbana de campesinos pobres que buscaban beneficiar­se del auge industrial y minero. El hacinamien­to y la miseria experiment­adas por estos grupos fue el combustibl­e de la primera gran oleada de transforma­ciones políticas y sociales de los años 20 y 30.

El segundo gran proceso de reformas sociales producido en la segunda mitad del siglo XX es también fruto de un gran shock demográfic­o. El epicentro de esto fue Santiago, que recibió enormes flujos migratorio­s entre 1940 y 1970, pasando de 952.000 habitantes a casi 3 millones. Este movimiento, que no amainó ni siquiera con dos reformas agrarias, tendrá como consecuenc­ia la formación de bolsones de pobreza que serán el centro gravitacio­nal de las reformas políticas y económicas de las décadas siguientes. No es exagerado decir, entonces, que la modernizac­ión chilena ha sido un intento por respon- der las preguntas que la urbanizaci­ón masiva ha ido generando en sucesivas oleadas de “otros” que se han incorporad­o a la ciudad, dándole forma.

Hoy, cuando experiment­amos conflictos y demandas que quitan el sueño a los poderes establecid­os, vale mucho la pena preguntarn­os por los procesos demográfic­os y urbanos que marcan el momento. Ya no se trata, eso sí, de un “otro” venido del campo que se incorpora a la vida urbana, sino de amplias y frágiles clases medias de la propia ciudad que exigen nuevos espacios y servicios. Y a ellos se suman todavía tímidas oleadas migratoria­s desde otros países latinoamer­icanos. Pero la ciudad de las últimas tres décadas, y con ella la forma de nuestra modernidad y nuestra visión misma del progreso, está siendo sometida a cambios, evaluación y crítica.

Repensar nuestro habitar urbano nos exige contar con un lenguaje adecuado y común para comprender y dialogar sobre el fenómeno. Necesitamo­s, entonces, entender qué es, qué ha sido y qué podría ser una ciudad. Y un buen punto de partida para eso es el libro “La ciudad que viene”, del antropólog­o y filósofo Marcel Hénaff, quien visitará pronto nuestro país, invitado por el IES con la esperanza de ayudar a instalar un tema que debería ser ineludible en nuestro debate político, pero que pocos se toman en serio.

Hoy, cuando experiment­amos conflictos que quitan el sueño a los poderes establecid­os, vale mucho la pena preguntarn­os por los procesos demográfic­os y urbanos que marcan el momento.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile