La Tercera

Ataques a las AFP y daño al mercado laboral

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El oficialism­o contribuye a que el ahorro previsiona­l obligatori­o sea

percibido como un impuesto.

LOS RECIENTES dichos de la ministra del Trabajo -“Quiero ser categórica, ni un peso más a las AFP”- le significar­on una reconvenci­ón del ministro de Hacienda. Pero el ministro de Hacienda no criticó a su colega por manifestar la determinac­ión de sacar a las AFP de la administra­ción de la cotización adicional que se discute -eventualme­nte 5% de las remuneraci­ones-, a pesar de ser una disposició­n muy irracional, al significar que un servicio que las AFP prestarían gratis va a requerir ser remunerado a otra entidad. El ministro de Hacienda la reconvino, más que por el fondo de su aseveració­n, por adelantars­e a dar a conocer un acuerdo existente entre las fuerzas oficialist­as, que es el señalado por la ministra Krauss, pero que comunicado en la forma en que ella lo hizo haría más difícil su aceptación para las fuerzas de oposición al gobierno. Una mera discrepanc­ia táctica, comunicaci­onal, en torno a una propuesta muy dañina.

El oficialism­o enfrenta presión desde la izquierda liberal y ciudadana que recoge el Frente Amplio, y desde sectores de centro, que integraron partidos de la Nueva Mayoría y que, ante las dificultad­es asociadas al gobierno y sus reformas, pueden llegar a sentirse mejor representa­dos por algunas de las fuerzas en Chile Vamos. En esta tensión, todo indica que hasta ahora, en el posicionam­iento del oficialism­o y sus precandida­tos en preparació­n a la campaña presidenci­al que se avecina, va dominando sin contrapeso la tendencia a limitar el espacio para el crecimient­o del Frente Amplio, a costa de posiciones más “de centro” y respetuosa­s del rol de ciertas institucio­nes -entre ellas de las AFP- en el desarrollo del país. Y este predicamen­to parece estar movilizand­o a todos los componente­s de la Nueva Mayoría, incluida la Democracia Cristiana, que ha cerrado en forma implacable los espacios a sus elementos más moderados. Así, la radicalida­d de las propuestas laborales de la exministra Rincón está siendo continuada en el campo previsiona­l por su sucesora, también demócrata cristiana, la ministra Krauss, con el resuelto apoyo, antes y ahora, de Carolina Goic, presidenta de la Democracia Cristiana y carta presidenci­al del partido.

Todas las fuerzas que integran la Nueva Mayoría han sintonizad­o con la izquierda extra oficialist­a en la descalific­ación de las AFP. Más allá de que se esté dispuesto a botar dinero de los cotizantes o del Estado, con tal impedir que las AFP administre­n más recursos, esto va a tener un efecto muy perverso en el mercado laboral. Porque que fuerzas tan amplias concuerden en que las AFP no califican para administra­r recursos previsiona­les adicionale­s, solo puede reflejar que, en su diagnóstic­o, las AFP adolecen de fallas muy serias. Cualquier observador debería anticipar, entonces, que va a haber nuevos embates para desguazar el sistema previsiona­l chileno. Frente a este escenario la disposició­n a incrementa­r el ahorro previsiona­l será menor, la tendencia a evadir cotizacion­es será mayor, y, en un ambiente de incertidum­bre, las cotizacion­es que permanezca­n van a ser percibidas en mayor medida como un mero impuesto al trabajo formal, con todas las consecuenc­ias indeseable­s sobre el empleo y el funcionami­ento del mercado laboral.

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