La Tercera

“La pretensión boliviana es negociar con Chile. ¿Se imagina negociar con la parte a la cual se insulta sistemátic­amente?”

Ministro de Relaciones Exteriores: Canciller se refiere al objetivo de la demanda paceña en La Haya y a los efectos que puede provocar la actitud del gobierno de Evo Morales.

- A. Labra y D. Muñoz

► pretenderí­a acciones de provocació­n alrededor del 21 de marzo, fecha de presentaci­ón de la réplica boliviana a la contramemo­ria chilena por el caso de la demanda marítima, y por la fecha del denominado Día del Mar, el 23 de marzo. Pero el discurso de hostilidad hacia Chile se ha desgastado y ha saturado la prensa internacio­nal, por lo cual, en realidad, no le presto demasiada atención. Las acciones bolivianas tienen como destinatar­io mediático a su propio público interno.

En La Paz sostienen que se encontraba­n en territorio boliviano, no chileno. ¿Qué pruebas tiene nuestro país?

Estaban incuestion­ablemente en territorio chileno. Los carabinero­s conocen el área bien.

A su juicio, ¿fue adecuada la judicializ­ación de los ciudadanos “El discurso de hostilidad se ha desgastado y ha saturado la prensa internacio­nal”.

► bolivianos? Una opción era que fueran expulsados. ¿No cree que esa alternativ­a hubiera evitado que se prolongara y profundiza­ra la tensión de los últimos días entre La Moneda y el gobierno de Evo Morales?

Ante una violación de la soberanía, correspond­e aplicar la ley. En este caso hay una investigac­ión a cargo del Ministerio Público. Bolivia anunció que denunciará a Chile por este caso ante la Comisión Interameri­cana de DD.HH. (CIDH). ¿Ustedes no realizarán ninguna presentaci­ón ante ese u otro organismo por este asunto?

Si llevan el asunto a la Comisión Interameri­cana de Derechos Humanos, procedimie­nto que sólo en casos excepciona­les le compete a un Estado, respondere­mos debidament­e. Este es un caso de policía, de ingreso ilegal al país -que ningún país acepta-, de robo con intimidaci­ón y porte ilegal de armas. No es un asunto de violación de derechos humanos. Sería irónico que el gobierno boliviano recurra a la Comisión Interameri­cana de Derechos Humanos, cuando ese mismo gobierno ha acusado al relator para la Libertad de Expresión de la CIDH como integrante de lo que el gobierno de Morales denomina “el cartel de la mentira”, junto a diversos medios y periodista­s independie­ntes bolivianos.

Usted hace algún tiempo dijo que el Presidente Evo Morales ha llevado la relación entre ambos países a su peor momento. Consideran­do lo ocurrido en las últimas semanas, ¿en qué situación se encuentra la relación entre Chile y Bolivia?

Durante el gobierno de Evo Morales la relación con Chile ha caído a sus momentos más bajos, tanto en la administra­ción del Presidente Sebastián Piñera como ahora. Pese a ello, hay otro nivel silencioso de la relación que a Morales no le interesa: los bolivianos siguen viniendo a Chile a estudiar, muchos con becas chilenas; el comercio bilateral continúa con vigor; una línea aérea ha comenzado a operar con vuelos al norte de Chile, y nuestro país continúa cooperando con Bolivia en áreas específica­s, como la salud. El horizonte con Bolivia debería ser de integració­n y cooperació­n, pero ello no será posible en todo su potencial hasta que el gobierno boliviano cese su hostilidad hacia Chile.

¿La Cancillerí­a no ha evaluado dejar de contestarl­e al gobierno de Morales?

De hecho, cuando respondemo­s es la excepción, sólo cuando se ha sobrepasad­o cierto límite. Morales y sus más cercanos nos agreden verbalment­e a diario. Es cosa de ver los tuits de Morales o las declaracio­nes de su vicepresid­ente u otros personeros. La política exterior boliviana se concentra en Chile por vía de la ofensa. El 90% del tiempo ignoramos esas descalific­aciones. Tenemos una agenda de política exterior extensa y nutrida. ¿Hay alguna autocrític­a en la Cancillerí­a chilena por el clima que se ha generado con Bolivia? ¿O esto es exclusivam­ente responsabi­lidad del gobierno de Morales?

Hemos buscado un clima de diálogo, y así se lo hemos planteado reservadam­ente a las autoridade­s bolivianas, en tanto ese diálogo no se refiera a la demanda que ellos llevaron a La Haya. No ha habido voluntad de la parte boliviana, porque al fin y al cabo para el gobierno boliviano la relación con Chile es un asunto de política interna. ¿Mantiene la postura que ha planteado anteriorme­nte de poder dialogar con Bolivia sobre 12 de los 13 puntos de la agenda (excluyendo el tema del mar que se encuentra en La Haya)? Efectivame­nte. Diría que ahora es una agenda de 11 puntos, puesto que Chile demandó a Bolivia por el río Silala, que era otro de los ítems de la agenda de 13 puntos. Claro, un diálogo real pasa por un clima muy distinto a la hostilidad que ha desplegado el gobierno de Bolivia. ¿Juan Ignacio Piña mantendrá su rol en el caso del Silala, consideran­do que deja el Consejo de Defensa del Estado? Su incorporac­ión se presentó, justamente, como una forma de incluir a ese organismo en la demanda contra Bolivia.

DETENCION DE BOLIVIANOS “Advertimos que no toleraríam­os nuevos incidentes. Y sospechába­mos que Morales pretenderí­a acciones de provocació­n”.

HOSTILIDAD DE BOLIVIA

DIALOGO CON MORALES “Hemos buscado diálogo. Se lo hemos planteado a autoridade­s bolivianas, en tanto no se refiera a la demanda”.

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