La venganza hecha porno
La venganza es una práctica tan antigua como la humanidad, sólo cambia la forma en que se lleva a cabo. Hoy existe la porno venganza, que consiste en filtrar videos íntimos en las redes sociales.
Una encuesta de la U. de Kent (Reino Unido), reveló que el 99% de los entrevistados mostró algún grado de inclinación a vengarse de alguien enviando un vídeo sexual de esa persona a través de redes sociales. En EE.UU., por la recurrencia de esta práctica, ya ha sido bautizada como “revenge porn”, la porno venganza.
En Chile, cada vez hay más casos, muchos de los cuales terminan en tribunales. Aunque no hay estudios que indiquen la pre- valencia a ser víctima de esta forma de venganza, ni cifras sobre las denuncias que se han hecho sobre este delito, Mauricio Ayala, comisario de la Brigada de Cibercrimen de la Policía de Investigaciones confirma el aumento de su ocurrencia. Ayala indica que esta práctica es una violación al artículo 161 A del Código Penal, el cual sanciona, entre otras cosas, a quien difunda conversaciones, comunicaciones, documentos, instrumentos o imágenes de carácter privado y sin autorización del afectado.
El psicoanalista Alex Droppelmann, director del Centro de
En muchos sentidos, esta es una agresión peor que algunas formas de violencia física o verbal, ya que Internet no olvida
Atención Psicológica y Psiquiátrica, cuenta que la venganza es una práctica que siempre ha existido y lo que cambia es la manera en que se aplica. “Las personas buscan formas de venganza que son más propias según su cultura y su época. Durante mucho tiempo, hubo mujeres que envenenaban porque era la forma que estaba a la mano. El compuesto con que lavaban la ropa contenía arsénico y envenenaban a la gente con él. Con los medios digitales surgen nuevas modalidades de venganza”.
Principales víctimas
Un estudio publicado en 2016 por el Centro de Investigación de Innovación Pública de EE.UU. dice que uno de cada 25 estadounidenses ha sido víctima de porno venganza y una de cada 10 mujeres menores de 30 años han sido amenazadas con la divulgación de imágenes no consensuadas.