Bases de licitación del Transantiago
EL FIN DE SEMANA la ministra de Transportes, Paola Tapia, afirmó en este diario que en “las bases de licitación no se consideraba del todo el control de la evasión del Transantiago”, por lo que, según explicó, su indicación fue que se incluyera. Tras sus declaraciones, llama la atención que uno de los problemas más graves del transporte capitalino -la evasión, que ha alcanzado niveles sin precedentes- no haya sido considerado en las nuevas bases de licitación de Transantiago.
La evasión comenzó a atenuarse en 2013, año en que se ubicó en torno al 20%. Sin embargo, durante esta administración el indicador ha aumentado en más de 10 puntos, llegando a 34,6% en el último trimestre. Tal cifra no solo da cuenta de un total fracaso en los sistemas de control, sino que también imposibilita reducir los cuantiosos subsidios fiscales que recibe el Transantiago.
Por ello, parece injustificable que en las nuevas bases -las que, según el gobierno, permitirían introducir mejoras en seguridad y calidad del servicio- no estuviese contemplado el problema de fondo del sistema de transportes capitalino, que incluso, fue lo que motivó que la oposición anunciara una interpelación al exministro de la cartera, Andrés Gómez-Lobo, la que finalmente no se concretó debido a su renuncia.
Si bien, los dichos de la ministra dejan ciertas dudas sobre la prioridad real que se la ha dado a la evasión durante este mandato, sus palabras son valorables. Es positivo que la nueva autoridad incorpore el tema, corrigiendo lo establecido durante la gestión de su antecesor y anunciara un nuevo plan estructural contra esta conducta. Con todo, la nueva titular de la carta deberá evitar que Transportes termine este mandato sin grandes logros que exhibir, aunque las señales que ha enviado son un primer paso.