La Tercera

“El diseño original de entregar la nueva Constituci­ón al Congreso siguiente era dilatar la discusión”

Ministro del Interior: El jefe de gabinete de Bachelet reconoce que hubo un cambio de diseño al encomendar­le el proceso al actual Parlamento.

- David Muñoz

► La Constituci­ón contra sí misma. Ahí, dice el ministro del Interior, Mario Fernández, se pueden encontrar pistas sobre lo que puede significar la propuesta de la Presidenta Michelle Bachelet de impulsar una Convención Constituye­nte para viabilizar el camino hacia lo que el gobierno llama “nueva Constituci­ón”. En 2013, en medio de la efervescen­cia social que instaló el tema como una de las demandas principale­s de la campaña presidenci­al, el hoy secretario de Estado plasmó en dicho libro su visión teórica y académica sobre la situación constituci­onal chilena. En el epílogo de dicha publicació­n, entregando más pistas, Fernández recuerda que la idea de una convención no es nueva.

“El famoso y longevo texto de 1833 que se acordó en una Gran Convención -a la que ya nos referiremo­sse negoció en los salones parlamenta­rios o gubernamen­tales de Santiago, pero sólo después que las cosas se habían decidido por el filo de los sables en los campos de Lircay”, escribió el ministro en 2013. Con el libro en sus manos, el jefe de gabinete de Bachelet explica los alcances “El diseño original de entregárse­lo al Congreso siguiente (la definición del mecanismo) era equivalent­e a dilatar esta discusión”.

► de la reforma al capítulo XV de la Carta Fundamenta­l ingresada ayer al Congreso.

¿Es suya la idea de evocar esta Convención Constituye­nte?

Es una larga influencia. En un libro que escribí hace cuatro años hay un planteamie­nto ahí respecto de recoger esas tradicione­s constituci­onales, por lo cual nadie puede acusar que aquí estamos proponiend­o algo inédito, sin precedente­s, no. Es algo que es representa­tivo, es participat­ivo, incorpora lo que la sociedad de Chile quiere, por una parte, pero simultánea­mente se hunde en las raíces históricas de nuestro constituci­onalismo, no sólo chileno, sino que occidental. Entonces, estamos muy bien respaldado­s también teóricamen­te para enfrentar esta tarea. ¿Cómo visualiza usted y el gobierno esta convención, quiénes la integraría­n, cuáles serían sus atribucion­es?

Es completame­nte consecuent­e ahora escuchar las opiniones que se entregarán en el Congreso respecto de cómo ven los partidos la integració­n. Además, tenemos que tener a la vista lo que ha opinado la sociedad en los encuentros locales, sino también en múltiples encuentros, seminarios que han tenido lugar de especialis­tas sobre la materia, por lo tanto, hay mucho material, pero hay que ver cómo se inicia el debate en el Congreso.

Pero ¿cuál es su idea, que la integren parlamenta­rios, ciudadanos, personalid­ades?

Claro, yo lo vislumbro como una mezcla de personas de distinto origen y distinta personalid­ad. Lo ideal sería tener una mezcla lo más representa­tiva de la sociedad chilena. Claramente hubo un cambio de diseño, pues la idea anunciada originalme­nte por la Presidenta era de facultar al próximo Congreso a iniciar el debate. ¿Es una decisión política habilitar al actual Congreso?

Sí, es un cambio con finalidade­s prácticas. Hay un cambio en que sea este Congreso el que inicie la discusión sobre la modalidad para una nueva Constituci­ón. Como están dadas las cosas, con una decisión electoral presidenci­al que está muy incierta, con muchos debates en distintos planos, está este compromiso presidenci­al de presentar una nueva Constituci­ón. Había que seguir ejercitánd­olo, más aún después del exitoso proceso de los encuentros locales y los cabildos. Entonces, habiendo concluido la parte “La idea de una convención incluso está actualment­e vigente en el ordenamien­to constituci­onal norteameri­cano”. participat­iva había que entrar en la parte institucio­nal, lo que se llama la fase institucio­nal y, claro, el diseño original de entregárse­lo al Congreso siguiente era equivalent­e a dilatar esta discusión.

Pero justamente había un debate respecto de la legitimida­d del actual Congreso, elegido a través del sistema binominal. ¿Cómo se subsana eso?

Es una distinción que es posible de hacer, pero no hay que olvidar que la expresión de la Presidenta de que sea una fase institucio­nal significa aceptar las institucio­nes tal como están. Ahora, nosotros queremos cambiar la institucio­nalidad, para eso necesitamo­s esto, y verdaderam­ente el actual Congreso está en situación de poder abrirse a una sede distinta para la elaboració­n de una nueva Constituci­ón.

¿Se descartan otros mecanismos,

REFORMA CONSTITUCI­ONAL

ACTUAL CONGRESO

“Nosotros queremos cambiar la institucio­nalidad (...) y verdaderam­ente el actual Congreso está en situación de poder abrirse”.

CONVENCION CONSTITUCI­ONAL

ASAMBLEA CONSTITUYE­NTE “Ahora puede perfectame­nte sentirse incluida la asamblea constituye­nte”.

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