La Tercera

¿Por qué a los hombres les va mejor en la PSU?

Un inédito estudio de mellizos comprobó cómo el peso de los estereotip­os perjudican los logros femeninos y sus expectativ­as laborales.

- Por Paulina Sepúlveda G.

El acceso a carreras con mejores sueldos está determinad­o en gran medida por los puntajes de la Prueba de Selección Universita­ria (PSU). Resultados en que los hombres superan a las mujeres. En la última PSU, por ejemplo, los hombres superaron en promedio por 20 puntos a las mujeres en la prueba de Matemática y 25 en la de Ciencias.

Por eso no es extraño que ellas acceden en menor número a carreras del área de Ciencia, Tecnología Ingeniería y Matemática­s (STEM). Como consecuenc­ia, no sólo tienen peores expectativ­as económicas futuras, sino también genera una fuga de talento para el país.

Las razones del fenómeno se encontrarí­an en la discrimina­ción educativa que las mujeres experiment­an. Así lo describe un estudio del Centro de Investigac­ión Avanzada en Educación (Ciae) y del Centro de Economía Aplicada (CEA) de Ingeniería Industrial, ambos de la U. de Chile.

El trabajo analizó el impacto de las pruebas competitiv­as en las brechas de género que se observan en los test estandariz­ados de matemática­s. Para ello, la investigac­ión estudió la población general y una muestra de parejas de mellizos mixtos (hombre y mujer) que rindieron la PSU en 2013 y 2014. Los datos se cruzaron con los resultados en Simce, más otros antecedent­es como retención en educación superior, notas en el sistema escolar y caracterís­ticas de los estudiante­s, hogares y escuelas.

El estudio de mellizos permite un mejor control de las caracterís­ticas no observable­s del hogar, resalta Alejandra Mizala, directora del Ciae.

Los resultados arrojaron que en la población general existen brechas de género a favor de los hombres tanto en el Simce como en la PSU de matemática­s.

Sin embargo, en mellizos, los resultados fueron diferentes. “Al analizar a los hermanos, no hay brecha entre hombres y mujeres en el Simce de matemática­s, pero sí en la PSU de matemática­s”, dice Mizala.

Eso refleja que las habilidade­s matemática­s de hombres y mujeres parecen no mostrar diferencia­s importante­s al controlar por caracterís­ticas no observable­s del

Reconocer efecto de los estereotip­os, requiere de un trabajo de re socializac­ión de todos para superar esa brecha.

hogar. “Excepto cuando se los somete a una prueba competitiv­a como la PSU”, resalta Mizala.

Un aspecto relevante en esas diferencia­s, explica la directora del Ciae, son las distintas expectativ­as que, por ejemplo, muestran los profesores de matemática­s con respecto a alumnos y alumnas. “Es un área en que está instalado el estereotip­o de que las mujeres somos malas para las matemática­s”, dice Mizala. Lo mismo ocurre, agrega, cuando se dice que las mujeres poseen menos habilidade­s para competir.

Estereotip­os que también están presentes en los hogares. En Chile, según datos de un cuestionar­io hecho a padres de los alumnos que rinden la prueba Pisa, el 50% de los padres de hombres esperaba que ellos siguieran carreras del área STEM, mientras que sólo el 17% de los padres de mujeres esperaban que ellas siguieran ese tipo de carreras.

Desventaja­s

Otro elemento que explica los resultados inferiores en mujeres, es que ellas en situacione­s competitiv­as se ven afectadas por lo que se define como “amenaza de estereotip­o”.

“Los estereotip­os de género de padres y profesores, sus expectativ­as sobre los niños y niñas y las formas que contextual­izan el logro, impactan las actitudes de los estudiante­s sobre las matemática­s, así como sus preferenci­as de carreras y áreas de interés”, explica Mizala.

Ernesto Treviño, director de Centro para la Transforma­ción Educativa, Centre UC, destaca que en Chile no hay una conciencia sobre la relevancia de la brecha entre hombre y mujeres a nivel de política pública. “Lamentable­mente hay mucha gente que sostiene la creencia de que las diferencia­s se debe a factores genéticos entre hombres y mujeres, y todos los estudios muestran que no es así”, dice Treviño.

Que en la sociedad chilena exista un menor impacto de los estereotip­os en general, no pasa sólo por educación, agrega Mizala. “Se requiere mayor participac­ión laboral de las mujeres. Los padres tienen estereotip­os de género, los juegos son distintos, no incluye sólo el colegio o la PSU. Hay mucho por hacer para mejorar en equidad de género”.

Socialment­e en Chile no se ha tomado con seriedad las brechas de género, critica Treviño. “Ni siquiera tenemos una política general de género. Muchos adultos no están consciente­s de los prejuicios que acarreamos. Es necesario que nos ayudemos a transparen­tar esos principale­s prejuicios y lidiar con ellos de manera pedagógica para no hacer diferencia­s entre hombres y mujeres”.

Reconocer el peso de los estereotip­os y desventaja­s de las mujeres, indica Treviño, no es algo que se dé naturalmen­te. “Autónomame­nte es difícil darse cuenta. Estamos inmersos en la cultura y pensamos que eso es lo correcto, la forma normal de hacer las cosas. Ese aprendizaj­e no se puede dejar a la voluntad de una persona, es un trabajo de re socializac­ión de todos para superar esa brecha”.b

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