Everton pierde el invicto y la ilusión
► Los viñamarinos cayeron 1-0 en su visita a O’Higgins. Así, dejan escapar a Colo Colo. ► El partido fue equilibrado, de pocas ocasiones; sólo un cabezazo de Calandria cambió la historia.
el rival, que en esta ocasión era el anfitrión, parecía haber perdido buena parte de sus opciones en las fechas recientes. Los rancagüinos, por cierto, estaban afectados por una serie de lesiones que les han impedido consolidar una formación relativamente estable y que les han mermado, además, la banca.
Tal vez por eso el primer tiempo se caracterizó por la relativa cautela de ambos.
Los viñamarinos, pese a todo, organizaban su juego sobre una base compacta en el medio, que presionaba el campo ajeno, tratando de dejar libres a Cerato y Morelo para que resolvieran ante el arco.
Los locales, en cambio, ponían poco afán y se contentaban con buscar la velocidad de Cristián Insaurralde y Francisco Arancibia, además de mantener a sus laterales pegados en el fondo.
Por eso, tal vez los 45 minutos iniciales fueron un compendio de tiros desviados, cumpliendo el viejo axioma de “terminar la jugada”, o bien varias posiciones de adelanto, quizás adjudicable a la columna de los méritos que deben caracterizar a las defensas atentas.
De esta manera, los más tranquilos en la cancha de El Teniente eran los arqueros Miguel Pinto y Eduardo Lobos, con poco y nada que hacer en el período inicial.
La situación cambiaría escasamente durante gran parte del segundo tiempo, quizás sólo con el matiz de que fue O’Higgins el que pareció mostrar más entusiasmo por quedarse con la victoria, mientras que Everton apostó más por saltarse el mediocampo y buscar, con balonazos, a Nicolás Orellana y Maximiliano Cerato. De esta manera, era Lobos quien veía más de cerca a los delanteros rivales, pero no vivía situaciones de apremio máximo, salvo un cabezazo de Pablo Calandria, a los 78’.
Pese a que la ausencia de goles parecía definitiva y a las contadas ocasiones calificables de riesgosas, el partido mostraba a dos equipos de consistencia futbolística, que sólo a tramos s mostraban desestructurados.
En ese balance estaban, en marcador aparentemente muy justo, cuando surgió Calandria y cabeceó un centro de Arancibia. La tibia reacción de Lobos no bastó para evitar la caída y sentenciar una victoria que reposiciona a O’Higgins en la discusión por el campeonato y que, a la inversa, frena en seco a un Everton que ha carecido de ambición en las instancias trascendentales de la competencia. Y, mientras tanto, todos sonríen en Macul.b