Cambio de fecha en cuenta pública
UNA TRAMITACIÓN legislativa expedita tuvo el proyecto de reforma constitucional que cambió la fecha en que el Presidente de la República debe rendir cuenta ante el Congreso pleno sobre el estado administrativo y político del país, trasladándose dicha obligación desde el 21 de mayo al 1 de junio. Con ello se logrará evitar la superposición de dos fechas altamente relevantes para el país, como es la conmemoración de las Glorias Navales y la cuenta pública presidencial.
La reforma aprobada es valorable, pues le quita una innecesaria tensión al 21 de mayo -fecha de alto simbolismo republicano-, y permitirá que el 1 de junio el país se pueda concentrar exclusivamente en el mensaje presidencial. La razón de haber instituido el 21 de mayo para que el mandatario diera cuenta ante el Congreso respondía simplemente al hecho de que bajo la Constitución de 1925 en dicha fecha se abría el periodo ordinario de sesiones del Congreso , distinción que actualmente no existe bajo nuestro ordenamiento constitucional. De allí que mantener la cuenta pública el 21 de mayo no encontraba ya ningún sustento de fondo, aunque hubiese sido preferible que la nueva fecha hubiese sido más cercana al cambio de mando presidencial, ya que es obvio que un mandatario recién asumido no tiene aún una gestión para dar cuenta de ella, pero sí podría delinear mejor sus prioridades ante el país.
Si bien se habían presentado mociones para cambiar la fecha del mensaje presidencial, cabe lamentar que una de las razones que más pesaron para impulsar esta modificación haya sido el vandalismo que suele acompañar la cuenta presidencial, que el año pasado alcanzó niveles particularmente graves con el ataque incendiario a un recinto de Valparaíso, hecho que provocó la muerte de un trabajador municipal. La pertinencia de dar otra fecha a una obligación constitucional no debe hacer perder de vista que el Estado se ha visto sobrepasado en su tarea de garantizar el control del orden público, lo que también debe ser motivo de atención.