La ofensiva de las grandes cadenas de hoteles contra Airbnb
► Filtración de documento muestra cómo la industria hace lobby para dictación de leyes. ► Vocero de la aplicación dijo que reacción de “el cartel de los hoteles” era esperable.
Desde su creación en 2008, Airbnb, conocida en la industria como “el Uber de la hotelería”, ha crecido de manera impensada.
Pese a que aun no sale a la bolsa- se estima que la start up tiene una valoración de 30 mil millones de dólares, gracias a que ha conectado a más de 150 millones de personas con gente que pone a disposición sus hogares como alojamiento improvisado, pero a una fracción del costo de un hotel.
Esta valoración supera por ejemplo a la cadena Hilton, cuyo valor de mercado es de 19 mil millones de dólares. Incluso, se estima que a este ritmo de crecimiento, la firma superará pronto a la cadena Marriott, valorizada en 35 mil millones de dólares.
Por ello, las grandes cadenas hoteleras, al igual que los taxistas con Uber, no están para nada contentas.
Es por eso que, según revelan documentos publicados por The New York Times, la Asociación Americana de Hoteles y Alojamiento (AHLA, sigla en inglés) y que reúne a las principales cadenas del mundo, trabajan en un plan para combatir a la aplicación y a quienes, a su juicio, están ofreciendo servicios de hotelería ilegales aprovechando la facilidad que tienen para contactar clientes.
Pequeñas victorias
La primera parte del plan y quizás la más importante, es la del lobby. La AHLA enumera como parte de sus victorias la aprobación de varias leyes en ciudades como Nueva York, donde se prohibió el arriendo por poco tiempo de viviendas si el dueño no está presente durante el alquiler.
Así, dicen los hoteleros, se mantiene el espíritu original de la aplicación.
En Chicago, se colocó un impuesto adicional a los hogares que ofrezcan arriendos por menos de un mes, además de que los administradores de edificios pueden optar a que sus condominios no puedan ser usados en este tipo de servicios. Y la asociación sigue de cerca negociaciones en Los Angeles y San Francisco que buscan limitar el uso de estos servicios, sobre todo cuando los dueños no están presentes.
Además, la AHLA está financiando estudios para mostrar el impacto económico y social que han sufrido tras el arribo de Airbnb.
Estos estudios se basan en denuncias de discriminación, de gente que se ha enriquecido con la aplicación y cómo lo han logrado sin seguir regulaciones ni pagar impuestos, pero por sobre todo, el impacto que ha tenido la llegada de turistas, sobre todo jóvenes, en barrios residenciales.
Ataque directo
Tras conocerse estos planes, un vocero de Airbnb señaló que la estrategia de lo que él llama “el cartel de los hoteles”, era esperable y que es un ataque directo a personas de clase media que ven esto como una oportunidad extra de ingresos.
Mientras, las hoteleras dicen que seguirán operando sus estrategias en las ciudades más grandes, no solo porque atraen más turistas, sino que también porque suelen servir de ejemplo para que otras más pequeñas sigan el camino.b