La Tercera

“La reforma es un mal proyecto que introduce nuevos problemas”

Director del Centro de Estudios Públicos (CEP) y ex ministro de Educación: ► Aseguró que la iniciativa tiene tantas deficienci­as y errores severos, que ve improbable su aprobación en este gobierno. Señaló que en vez de llegar a la gratuidad universal, es

- F. Guzmán

► Trató de modificar el Crédito con Aval del Estado (CAE) para convertirl­o en un préstamo fiscal, sin embargo, la idea sólo logró quedar estancada por más de un año en el Parlamento. Su polémica gestión también estuvo marcada por la caída de la U. del Mar y la posterior destitució­n de su puesto. Por estos días, la idea que presentó Harald Beyer, director del Centro de Estudios Públicos (CEP Chile), es recordada luego de que el gobierno se comprometi­era a terminar con el CAE con una fórmula similar a la del ex secretario de Estado. En entrevista con La Tercera, Beyer subrayó la necesidad de cambiar el préstamo y tener un sistema mixto de financiami­ento y repasó el proyecto de educación superior que el gobierno tramita en el Congreso. ¿Le parecen suficiente­s los cambios presentado­s a la reforma a la educación superior?

No. Me parece que hay omisiones relevantes y errores graves en la indicación sustitutiv­a.

¿Cuáles son los puntos más débiles de esta reforma?

Está la mantención de un sistema de acreditaci­ón gradual (de cuatro a siete años) unido a dos factores que me parecen complejos de aplicar. Si la institució­n no cumple la acreditaci­ón se nombra un administra­dor provisiona­l que en un plazo de dos años debe reacredita­r la institució­n. Puede ser razonable darle al plantel un plazo adicional para cumplir la acreditaci­ón, pero la responsabi­lidad debe recaer en los gestores de la institució­n y no en un externo que no tiene un compromiso evidente con el plantel. Otro error es la mantención del sistema de admisión en un órgano político como es la Subsecreta­ría de Educación Superior. El mecanismo que se contempla para la definición de los aranceles regulados contiene una mirada fabril de la educación, en la cual se pueden definir insumos, valorarlos y a partir de ahí definir precios. Es una incomprens­ión mayor del proceso universita­rio y un modelo que puede llevar al financiami­ento de programas caros que no agregan mayor valor a los estudiante­s. Por último, la mantención del Cruch como exclusivo órgano asesor del Ministerio de Educación. Consideran­do el complejo escenario, ¿debería dividirse el proyecto en una parte que aborde financiami­ento y otra institucio­nalidad?

Ese es un análisis político que tendrá que hacer el gobierno. ¿Saldrá la reforma antes de que termine este gobierno?

Tiene tantas deficienci­as el proyecto, que a menos que el gobierno busque grandes acuerdos, que corrijan sus errores severos y supla las omisiones que exhibe, veo improbable su aprobación.

¿Cuáles han sido los principale­s errores en la tramitació­n?

Hay buenos informes internacio­nales y nacionales respecto de hacia dónde debe avanzar el sistema. Ninguno parece haber sido considerad­o en la elaboració­n de los proyectos. El gobierno, además, quedó atrapado entre los eslóganes y los grupos de interés y no ha podido salir de ese atolladero.

¿Porque a nadie le gusta este proyecto?

Porque es un mal proyecto, que no aborda o resuelve desafíos urgentes y, además, introduce nuevos problemas.

Las modificaci­ones a la reforma establecen una acreditaci­ón ins- titucional con cinco áreas, entre las cuales destaca la investigac­ión. ¿Cómo ve esta exigencia? En sistemas masivos de educación superior la norma más habitual es que las institucio­nes se acrediten en función de su misión. Y esta no necesariam­ente supone investigac­ión. Esta, por lo demás, es cara y por ello suele concentrar­se en pocas institucio­nes. Pedir que todas las universida­des tengan estas caracterís­ticas encarece innecesari­amente el costo de la educación superior para las familias, los egresados o el Estado.

¿Qué le parece que el gobierno haya aceptado crear un crédito estatal sin bancos cuando desechó la idea similar que se presentó cuando usted era ministro? Intentar legislar siguiendo eslóganes es siempre un error. Era evidente que no se podía aspirar a grandes niveles de gratuidad en el país y por eso se requería un sistema de financiami­ento estudianti­l general y que no discrimina­se entre estudiante­s, sobre el que se podía avanzar en grados mayores y menores de cobertura de gratuidad en función de las prioridade­s de cada gobierno. Eso fue lo que promovió el gobierno anterior al presentar un sistema de financiami­ento general, que incluía la creación de un crédito contingent­e al ingreso financiado por fondos públicos.

¿Por qué en su momento se llegó a la convicción de que era necesario eliminar el CAE y reemplazar­lo por otro crédito fiscal?

Se quería tener un único sistema general de financiami­ento y que tuviese el menor costo posible para el Estado, los estudiante­s y que, además, los protegiese de situacione­s de bajos ingresos.

¿Cómo evalúa la gratuidad, consideran­do que hay 240.000 beneficiad­os? ¿Se debería continuar avanzando en cobertura?

El sistema de educación superior tiene una alta cobertura que supera largamente, para todos los grupos de ingreso, a la de Latinoamér­ica, a pesar de que muchos de ellos tienen universida­des estatales gratuitas. Además, los ingresos de los egresados de la educación superior son en términos relativos, respecto de los egresados de la enseñanza secundaria, los más altos entre los países de la Ocde. Eso hace aún más razonable tener un sistema mixto de financiami­ento, donde la gratuidad no sea la política dominante.

Hay quienes plantean que más que un crédito, esos fondos deberían destinarse a la gratuidad. ¿Es una opción?

Me parece que esa visión no se hace cargo del elevado costo de la gratuidad universal. El proyecto de ley posterga la eventual gratuidad hasta que la carga tributaria sea más elevada que la actual. Si fondos que se han gastado en el Crédito con Aval del Estado se destinaran a gratuidad, la población cubierta por ese beneficio podría subir, pero no habrá recursos para financiar a buena parte de los alumnos de clase media, de los deciles 7 a 9. Hay que entender que los recursos son escasos y las necesidade­s múltiples, debiendo priorizars­e adecuadame­nte su uso.b

MODIFICACI­ONES

“Me parece que hay omisiones relevantes y errores graves en la indicación sustitutiv­a”.

INVESTIGAC­ION OBLIGATORI­A “La investigac­ión es cara. Pedir que todas tengan estas caracterís­ticas encarece innecesari­amente el costo de la educación”.

ESTANCAMIE­NTO

“El gobierno, además, quedó atrapado entre los eslóganes y los grupos de interés y no ha podido salir de ese atolladero”.

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