Theresa May, la Dama de Hierro del Brexit
La primera ministra británica Theresa May era una política de perfil bajo, funcionaria competente y laboriosa, que llegó inesperadamente al poder propulsada por la revolución del Brexit. Esta euroescéptica se posicionó a favor de la permanencia del país en la UE, fiel al primer ministro saliente David Cameron, en el referéndum del 23 de junio de 2016.
Aunque se implicó poco en la campaña, siempre lo hizo insistiendo en la necesidad de limitar la inmigración, el tema favorito de los partidarios del Brexit.
Tras la dimisión de Cameron por la bofetada del referéndum, May se erigió como una figura creíble para ambos campos y fue elegida para la sucesión por el Partido Conservador, asegurando, sin el menor atisbo de dudas, que guiaría con mano firme al país fuera de la UE, con su ya famosa frase “Brexit significa Brexit”.
Pocos apostaban por ella antes del sismo Brexit. Boris Johnson, George Osborne o incluso Michael Gove eran opciones más populares. Finalmente, el 8 de junio contrastará su popularidad en los sondeos con la decisión en las urnas, si el Parlamento aprueba su llamado a elecciones anticipadas.
Esta mujer alta y esbelta de 60 años, de aspecto elegante, ojos expresivos y pelo corto y canoso, forma parte del ala más a la derecha del Partido Conservador. Como ministra del Interior, cargo que ocupó desde 2010, mantuvo una línea firme contra la delincuencia, la inmigración ilegal y los predicadores islamistas.
May, descrita como “la nueva Thatcher”, comenzó su carrera política en 1986 después de estudiar en la U. de Oxford y trabajar brevemente en el Banco de Inglaterra. Pero, en realidad tiene más puntos en común con Angela Merkel, que es también hija de pastor, conservadora, pragmática, abierta al compromiso, casada y sin hijos.b