30% de los adultos chilenos tiene hígado graso
[42] TENDENCIAS Está desesperado. Esteban (Jorge Santa Ana) hace lo imposible para recuperar a su novia Isabel (Geraldine Neary), quien lo deja. Con el corazón roto, tras días pegado al teléfono tratando de contactarla, abandona su casa y su trabajo, y decide salir a encontrarla. Como pista, tiene algunos videos que ella graba con su celular y que lo llevan hacia una travesía por el Norte Grande de Chile.
“La atmósfera de la zona se relaciona con el mundo interno del personaje”, explica el cineasta Fernando Lavanderos (1974), quien dirige este largometraje titulado Sin Norte. “Él busca obsesivamente un recuerdo y el norte, con su clima seco, conserva las cosas intactas a través del tiempo: como pasa con las momias o con las huellas en el desierto”, agrega.
En este viaje, el protagonista seguirá los pasos de su amada, visitando los mismos pueblos y conociendo a las mismas personas que ella, con pocos días de diferencia.
“Todos los personajes, salvo los dos actores protagonistas, son personas reales que actúan de sí mismas y que nos muestran sus hogares y parte de sus vidas”, cuenta Lavanderos quien explica que, de esta manera, Sin Norte mezcla la ficción con elementos del documental, tal como había hecho anteriormente en su película Y las vacas vuelan (2003).
Una mujer que vive en una pequeña vivienda rodeada de basura al borde de la carretera en Tocopilla; un hombre mayor en Chañaral que dice tener poderes psíquicos, y una bióloga que en Pisagua protege a los cactus milenarios como una misión imposible autoimpuesta, son algunos de los personajes que aparecen en este viaje y que, de igual forma, Lavanderos y su equipo fueron conociendo de manera azarosa durante el desarrollo de este filme. Además, los dos actores de la cinta interpretaron sus roles sin haber tenido nunca en sus manos un guión con diálogos. “Es una estrategia que yo ya había ocupado en Las cosas como son (2012), en que no le paso un guión a los actores, sino que les entrego indicaciones de cada escena y ellos van improvisando. Eso permite que aparezca la persona detrás del personaje”, dice Lavanderos.
El protagonista, Jorge “Koke” Santa Ana cuenta que en un prin-
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