“Contra la reconciliación solo están los que no conocen las guerras y los cobardes”
Escritor español: TEMA DE LA NOVELA
► formaban parte de la pequeña burguesía rural que debió haber sido republicana y, al no serlo, representaba un pasado político indecoroso.
Es más, no sólo dos historias, en el libro parece haber dos escritores: un historiador o notario que intenta reconstruir el pasado con precisión y objetividad, sin inventar nada (habla de “Javier Cercas” en tercera persona); y, por otro lado, un escritor llamado Javier Cercas que cuenta el proceso de indagación sobre su tío.
¿No ha pensado que podría tener problemas de doble personalidad? ¿Sólo de doble? Y de triple. Y de cuádruple. Y de quíntuple. El novelista es un ventrílocuo: se desdobla en montones de personalidades; en eso consiste escribir una novela: en dejar de ser uno mismo para ser muchos. Esta es una de las razones por las que escribir es tan peligroso (y tan útil). Por lo demás, la descripción que hace usted del mecanismo básico de mi libro me parece bastante exacta.
David Trueba le aconseja no volver a la Guerra Civil porque ahora la verdad no le interesa a nadie y porque la guerra ya no está de moda. ¿Le encontraba razón? No se la encontraba ni él mismo, y la prueba es que dos páginas más allá rectifica y me exhorta a escribir una novela sobre la Guerra Civil. Claro que El monarca de las sombras no es una novela sobre la Guerra Civil —o no sólo es eso—, sino sobre la herencia de la Guerra Civil, o más exactamente sobre la herencia de violencia y de muerte con la que todos cargamos, empezando por los chilenos y los españoles. Pese a ello, es verdad que la verdad le interesa a poca gente. También es verdad que en literatura los temas no se agotan —sólo las formas— y mucho menos la guerra, que es el primer tema de la literatura y probablemente será el último.
¿Ha cambiado su visión de la guerra civil, que parecía más bien reconciliadora en
Ha cambiado, claro, pero no en ese punto: yo siempre estaré a favor de la reconciliación. Como saben quienes han hecho una guerra, hay que ser mucho más valiente para firmar la paz que para declarar la guerra, y es mil veces mejor una mala paz que una buena guerra. Así que contra la reconciliación sólo están los que no conocen las no es sobre la Guerra Civil, sino sobre la herencia de la Guerra Civil, o sobre la herencia de violencia y de muerte que todos cargamos”.
“El novelista es un ventrílocuo: se desdobla en montones de personalidades; en eso consiste escribir una novela: en dejar de ser uno mismo para ser muchos”.