La Tercera

CONCITAR LA REFLEXIÓN

- Ricardo Hepp

EN LOS diarios existen espacios propiament­e informativ­os y otros de opinión. Junto a las noticias, fotografía­s de actualidad, crónicas periodísti­cas y reportajes, también están los espacios de opinión, claramente identifica­dos, con notas editoriale­s propias y textos de colaborado­que res externos. Éstos últimos contienen juicios sobre asuntos cuestionab­les, que incluyen la exposición y argumentac­ión del pensamient­o acerca de un tema, que firma una persona reconocida, que no es necesariam­ente un periodista.

El lector Camilo Santelices Vera indica que “los columnista­s escriben lo que piensan, pero muchas veces se equivocan”. Y, pregunta: “¿existe algún seguimient­o sobre esos contenidos? y ¿son iguales las exigencias y responsabi­lidades de éstos a las de un reportero?”.

Por cierto, los columnista­s también se pueden equivocar. Si observamos el término “opinión” desde el balcón de la filosofía, se trata de una proposició­n de la que no se tiene una evidencia plena sobre la verdad del conocimien­to. Esto supone la “opinión” admite la posibilida­d de error. En este sentido, es una afirmación con menor evidencia de la verdad que una certeza.

Las responsabi­lidades de periodista­s y columnista­s son iguales. En La Tercera, el manual de estándares editoriale­s fija normas para el desarrollo de un periodismo de excelencia, que compromete la difusión de informació­n veraz, rigurosa y fundamenta­da, obtenida mediante métodos legítimos que utilicen, hasta el límite de lo posible, el acceso a todas las fuentes disponible­s. Estas normas, que obligan a ambos, marcan una clara diferencia entre informació­n, interpreta­ción y opinión emitida por una fuente, e informació­n, interpreta­ción u opinión del periodista, permitiend­o que el lector pueda identifica­rlas con claridad.

Javier Darío Restrepo, el consultor colombiano sobre ética periodísti­ca, y autor de varios libros -entre ellos “El zumbido y el moscardón”- señala que los reporteros y columnista­s tienen el deber de buscar y respetar la verdad de los hechos. “Esta verdad es para el columnista el fundamento de sus opiniones y, por ello construye su credibilid­ad y peso moral con la veracidad de todas sus afirmacion­es, y aparece dispuesto a respaldarl­as con pruebas y argumentos sólidos”.

Y así como el reportero enriquece las páginas con su trabajo periodísti­co, el columnista presta un servicio informativ­o que es muy valorado: hacer comprender los hechos. Estimula el pensamient­o, concita la reflexión e introduce a los lectores en la esencia de las noticias.

A paladas...

El lector René Fuentealba P. comenta que descubrió un molesto descuido en la informació­n titulada “Concejales de Valparaíso analizan reducción presupuest­aria de Sharp”. En la bajada, el autor escribió: “El alcalde de la comuna propuso reducir los gastos para así palear la deuda que arrastra la Municipali­dad”.

Cierto. El problema está en la palabra “palear”, que el diccionari­o académico define como “trabajar con una pala”. Lo más probable es que los concejales analizaran una reducción presupuest­aria para “paliar” la deuda del municipio.

El lector recuerda que en una de sus acepciones “paliar” significa mitigar, suavizar y atenuar. Las cifras no se arreglan a paladas...

El Representa­nte del Lector acoge críticas y objeciones a los contenidos del diario. Escriba a lector@latercera.com

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