Macron, el outsider de la política francesa
Hace cuatro años, Emmanuel Macron era prácticamente un desconocido para la mayoría de los franceses. Ahora el político de 39 años podría convertirse en el jefe de Estado más joven de Francia, desde Napoleón.
El candidato centrista ha tenido un rápido ascenso dentro de la política gala. Fue el ministro estrella del Presidente socialista François Hollande al liderar la cartera de Economía, pero luego decidió alejarse del establishment político para fundar su propio movimiento, ¡En Marcha!
En noviembre de 2016 lanzó su candidatura, pero no se dirigió ni a la izquierda ni a la derecha, “sino a los franceses”. Colgándose del creciente desencanto frente a la clase política, Macron ha prometido sacudir la forma de hacer política en Francia, según expresó al presentar su programa, basado en una “revolución democrática profunda”.
“Francia está bloqueada por las tendencias de su elite de servirse a sí misma”, dijo ante simpatizantes en un mitin en Pau, al sur de Francia. Y agregó:
“Y les contaré un pequeño secreto: lo sé porque fui parte de ella”.
Para ese entonces, pocos le tenían fe a la candidatura de Macron. Pero la crisis del Partido Socialista y el escándalo de corrupción del candidato conservador Francois Fillon, lo acercaron a la Presidencia. Y a pesar de que él se posiciona como un outsider de la política, desde el establishment es visto como la carta para detener a la ultraderechista Marine Le Pen. Y ya corre como favorito para el balotaje del 7 de mayo.
Estudió filosofía y luego se graduó de la Escuela Nacional de la Administración, considerada la incubadora de la elite francesa. Tuvo mucho éxito más tarde, al dedicarse a trabajar como banquero en el sector privado.
Comenzó su carrera apoyando la candidatura de Hollande en las primarias de 2011, pero no como militante socialista, partido al que renunció en 2009.
En 2012 se convirtió en el secretario general adjunto del Elíseo y su principal labor era aconsejar al Presidente sobre economía. En junio de 2014 fue nombrado ministro de Economía y ha sido criticado por haberle dado un nuevo impulso a la administración Hollande, supuestamente a favor de los empresarios. Macron ha llamado la atención de los electores por ir en contra de una creciente ola nacionalista europea. Así, está a favor de la globalización y de continuar en la Unión Europea. Además quiere implementar una política más “humana y eficaz” hacia los refugiados. Se declara por lo mismo un admirador de la canciller alemana Angela Merkel.
Por su estilo más juvenil y moderno, el diario francés Le Monde lo catalogó como el “Steve Jobs a la francesa”. Otros lo han llamado “el Kennedy francés”.
Desde 2007 está casado con su antigua profesora de francés, Brigitte Trogneux, 24 años mayor que él. Según ha dicho, se enamoró de ella a los 17 años, cuando estaba casada y tenía tres hijos. Tras su divorcio, contrajeron matrimonio. ●