Elecciones en Francia
Señor director:
El resultado de la elección presidencial en Francia ha marcado un punto de quiebre: por primera vez desde 1958 ni la centroderecha ni los socialistas disputarán la presidencia. Marine Le Pen, abanderada del Frente Nacional, logró pasar cómodamente a segunda vuelta y obtuvo el mejor resultado electoral en la historia de su partido. Lo preocupante no es que Le Pen vaya al balotaje del 7 de mayo; hay que poner atención al respaldo electoral obtenido en conjunto por el candidato de la extrema izquierda, Jean-Luc Mélenchon y por la candidata del Frente Nacional: cerca del 41% de los sufragios.
El “odio electoral” entre los partidarios Le Pen y de Mélenchon, quizás por disputarse el mismo electorado, hace poco probable que este último apoye a la candidata del FN. Sin embargo, más allá de las viejas descalificaciones (“fascistas v/s comunistas”), las propuestas de ambas campañas fueron convergentes, sobre todo en materia económica y sobre el rol del Estado. La gran diferencia puede ser la inmigración. En ambos encontramos medidas populistas y los dos buscaron canalizar un fuerte descontento con la élite francesa.
El autodenominado candidato “centrista” Emmanuel Macron, exsocialista y exministro de la actual administración, tiene serias posibilidades de derrotar a su contrincante, pero dado el resultado, parece que no será una victoria como la de Jacques Chirac sobre Jean-Marie Le Pen en 2002 (82% contra 17%). Al igual que entonces, y como ha ocurrido en otros procesos electorales recientes, muchos terminarán votando por Macron solo para evitar un triunfo de la otra candidatura. Se trata de un nuevo escenario político global, donde las fuerzas nacionalistas, populistas y hostiles a la libertad y la democracia representativa han dejado de ser marginales. Álvaro Iriarte
Abogado Director de Investigación Instituto Res Publica