La Tercera

TODOS SON GANADORES

- Juan Cristóbal Guarello

Parecía un chiste que circulaba por las casetas del Monumental el domingo por la noche, pero las matemática­s no mienten, al menos en el plano bidimensio­nal de las estadístic­as del fútbol: de los 16 equipos que participan en el actual torneo Clausura, 13 tienen posibilida­des de coronarse campeón, a pesar de que sólo quedan nueve puntos en disputa. Claro, para que Antofagast­a logre el título, con los 13 puntos que acumula, tiene que darse una combinació­n de resultados tan absurda como improbable.

Podríamos ser un poco más finos en el análisis, sacar el absurdo del cálculo y dejar, razonablem­ente, a los equipos que de manera probable, sin obrar milagros, pueden ser campeones. Digamos, poner un piso en los 19 puntos (universi- dades Católica y de Concepción) en relación a los 22 que tiene el líder, Colo Colo. Es sólo una línea antojadiza, porque con 18 están Everton y Audax. Qué rocamboles­co todo: si Everton le ganaba a Unión el sábado, despertaba como sublíder a un miserable punto de los albos, con el ingredient­e de que ambos equipos se miden el próximo domingo en Sausalito. También una mención a Audax, que perdió en Antofagast­a cuando tenía la mesa servida para meterse de lleno en la disputa del título. El mismo equipo que en la segunda fecha fue paseado por Colo Colo en el Monumental, dejando una imagen lamentable de laxitud, indolencia e ineficacia.

Alguien puede alegar que este campeonato es el más competitiv­o de la historia. Qué duda cabe. Con misérrimas quince fechas para disputar, es una obligación que sea un choclón de equipos los que lleguen con posibilida­des. Igual que en las ligas de aficionado­s. Basta que suban el rendimient­o un par de jugadores y el equipo se arma y la pelea. Profundizo la idea: competitiv­o, pero nada de memorable. La pregunta queda a la mano ¿Qué equipo juega bien? ¿Qué nos deja este Clausura? Una semana San Luis es elogiado de manera unánime y a la semana siguiente juega tan mal que hay que borrar todo lo escrito. El domingo 23 de abril la U mete presión, la U se sanó de sus dolencias, la U por fin encontró el camino del buen fútbol… el sábado 29 de abril la U parece olvidar todo lo aprendido y sinceramen­te no hay nada que rescatarle.

Lo mismo para todos los equipos ¿Iquique juega bien o mal en este campeonato? ¿Cuál es la distancia real entre el grandilocu­ente discurso que se propala de la banca de Colo Colo y la realidad en la cancha donde apenas ha sumado seis puntos de los últimos 18? ¿Católica está peleando o no el campeonato? ¿Descartamo­s a Unión? Si hasta Cobresal, Wanderers y Palestino, con el agua al cogote por el descenso, hoy le pelean y pueden arruinarle la tarde a cualquiera.

Vamos a tener que hacer lo de Roberto Perfumo: enamorarno­s de la jugada, del túnel específico, del gol aislado. Este fútbol chileno no da para hablar de sistemas ni mecánicas ni procesos. Para lo anterior se exige un mínimo de regularida­d. A lo más podemos referirnos a los momentos, la motivación específica, la tarde inspirada, el día en que “se dieron las cosas”, cuando no directamen­te al zapallazo o la música del azar.

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