“Si los electores no votan en masa se puede inclinar la balanza a favor de Le Pen”
Físico e investigador francés: ► A su juicio la movilización de electores de Macron será clave para que Le Pen no gane. ► El destacado experto francés predijo el año pasado el triunfo de Donald Trump.
En septiembre del año pasado, el físico e investigador del Centro Nacional de Investigación Científica Francesa UMR, Serge Galam capturó la atención mundial cuando al aplicar al electorado estadounidense el modelo denominado “dinámica de opinión” que se encuentra dentro de la sociofísica predijo que Donald Trump ganaría las elecciones de noviembre. Y ahora volvió a provocar controversia cuando señaló que “si los ciudadanos deciden no votar en masa, podría inclinar la balanza en favor de la candidata que se encuentra en segundo lugar en los sondeos”. Es decir, la líder del Frente Nacional, Marine Le Pen.
La última encuesta de la consultora Ipsos revela que el candidato socioliberal, Emmanuel Macron, que obtuvo 24,01% de los sufragios en la primera vuelta, lidera la intención de voto con 61,5% de las preferencias; mientras que la aspirante de ultraderecha tiene un 38,5% de intención de voto y obtuvo
►► 21,30% el 23 de abril.
Galam explica a La Tercera que la “dinámica de opinión”, considera la evolución en el tiempo de las diferentes intenciones de voto y que al aplicarla al escenario francés muestra que la victoria de Le Pen “está fuera de alcance, con un techo que la mantiene debajo del 50% de las intenciones de voto”. Sin embargo, aclara que la abstención puede cambiar las predicciones, debido a que es un fenómeno “más difícil de calibrar”.
El científico señala que se estima que la abstención en los comicios de mañana puede estar entre el 19% y 22% y siempre este fenómeno beneficia a los candidatos que no pertenecen a ningún partido político tradicional, como es el caso tanto de Macron como de Le Pen, por lo que es un escenario complejo.
Así, en el balotaje, predice, los electores de Le Pen serán en su gran mayoría aquellos que votaron por ella en la primera vuelta. Así, eso no ocurrirá para un porcentaje de aquellos que votaron por Macron.
Galam recuerda que cuando el padre de Marine, Jean-Marie Le Pen logró pasar a la segunda vuelta en las presidenciales de 2002, los otros partidos formaron un “frente republicano” y votaron de manera colectiva contra el Frente Nacional. Así, en la primera vuelta Jacques Chirac obtuvo 19,88%, seguido por Le Pen, que logró 16,86%. Mientras que en la segunda vuelta, Chirac ganó con 82,2% y Jean-Marie Le Pen tuvo 17,8%. “Eso requiere que un gran número de electores, que inicialmente respaldaron a otros candidatos, vote por alguien que no era su primera elección”, dice.
No obstante, aclara que en esta oportunidad los comicios son singulares debido a la cantidad de personas que no quiere que el Frente Nacional gane. Así, aunque votarán por Macron, se oponen firmemente a su política. “Ellos se verán forzados al dilema de una elección desagradable. Esto, debido a que para rechazar a la extrema derecha votarán por Macron, que para ellos es como tragar una pastilla larga y amarga”, advierte. “Es por eso que es muy probable que un número importante aproveche esa excusa para no tomarse el tiempo de votar y así aumentará la tasa de abstención”, dice.
Por ejemplo, sostiene que si Macron llega mañana con un 58% de intención de voto y Le Pen con un 42% de respaldo, pero si el 90% de quienes dicen que votarán por ella finalmente lo hacen, entonces tendrá más del 50% de los sufragios. Eso, si el potencial bolsón de votos de Macron se reduce a menos de 61,17%. O bien, si sólo el 65% de los que dicen que votan por él cumplen, Le Pen ganaría con 50,07% del voto general.
Para Galam el fenómeno de la “abstención no confesada”, es decir, aquellas personas que no dicen en las encuestas que no van a ir a votar, es muy difícil de ser evaluado en los sondeos, lo que hace prácticamente imposible predecir el resultado final. “Esto significa que además de la batalla por alcanzar un máximo de votantes, la movilización de electores el último día es probable que sea decisiva”, explica. “Así que pese a que exista un ‘frente republicano’ y que Le Pen tenga una intención de voto menor al 50%, ella podría convertirse en la próxima Presidenta si la abstención juega a su favor”, concluye.b