“Una gran farra”
Señor director:
El profesor Rolf Lüders alude en su columna del viernes al suscrito, adjetivando y atribuyendo intenciones. Se escandaliza porque la propuesta C de la Comisión Bravo sugiere devolver el fondo actual como pago de pensiones a los afiliados a quienes formalmente pertenece. ¿Pretende acaso que no se devuelvan nunca? Es una persona inteligente y reconoce que eso es precisamente lo que sucede en el caso de que las cotizaciones superen siempre el pago de pensiones.
De cada cuatro pesos recaudados en el mes, el sistema de AFP destina 1 al pago de pensiones, que cubre el 60% (el otro 40% lo financia con subsidios). Se apropia de hecho de los 3 pesos restantes, embolsándose 1 en propiedad plena en comisiones y primas netas. Los excedentes acumulados desde 1982 alcanzan a dos tercios del fondo de pensiones. Solo un tercio del mismo es rentabilidad, no un 70% como afirma Lüders.
El profesor ofrece hábilmente el único argumento que podría refutar la afirmación de que mantener estos excedentes corrientes para siempre significa que no serán devueltos nunca: dice que los flujos se van a igualar en el futuro, pero, aun así, el excedente acumulado hasta entonces no se devolvería jamás. Se equivoca, puesto que los flujos no se igualarán. Por el contrario, los excedentes deberán ser cada vez mayores solo para mantener el monto autofinanciado de las pensiones actuales, puesto que la creciente esperanza de vida deberá ser cubierta por un fondo al retiro cada vez mayor. Por eso piden aumentar todavía más este excedente, elevando hoy cotizaciones que duplican las pensiones pagadas. Aguardar que se igualen para frenar la estafa Ponzi perfecta del ahorro forzoso disfrazado de “capitalización individual” es una ilusión.
Álvaro Iriarte
Director de Investigación Instituto Res Publica